BBVA Research prevé una ligera contracción de las ventas de viviendas para el año que viene, aunque el nivel seguirá siendo elevado, mientras que estima que el precio registrará un crecimiento nominal en torno al 2%.
Según argumentan los expertos en el ‘Observatorio inmobiliario de BBVA Research’, en los próximos meses la economía española afronta una situación de menor crecimiento, inflación más elevada y política monetaria más restrictiva.
En este sentido, desde BBVA Research apuntan a que la subida de tipos de interés, que coloca el euríbor a 12 meses alrededor del 2,6% en octubre, requerirá a los hogares un mayor esfuerzo para comprar una vivienda.
Sin embargo, este incremento tiene lugar en un contexto de menor carga financiera para las familias que en la anterior crisis de 2008. Asimismo, hay que tener en cuenta que la composición de la cartera hipotecaria, con préstamos más antiguos y con mayor proporción de créditos a tipo fijo, conseguirá reducir el impacto de la subida de las tasas de interés.
«De hecho, los hogares ya están reaccionando a un previsible endurecimiento de las condiciones crediticias y algunos compradores podrían haber adelantando sus decisiones de compra de vivienda en los últimos meses», explican en el informe.
Para el servicio de estudios de BBVA, la oferta de viviendas sigue mostrando una peor evolución que las ventas residenciales. La falta de suelo, la incertidumbre regulatoria y el encarecimiento de las materias primas podría dar respuesta a este desequilibrio.
No obstante, los expertos observan que en los últimos meses, el coste de algunos materiales de construcción ha comenzado a reducirse respecto al máximo del primer trimestre de 2022. Además, la consolidación de la progresiva reducción de los cuellos de botella y del coste de transporte, parece que contribuirá a afianzar esta reducción de precios.
Por otra parte, perciben que los datos de los salarios pactados en convenios sugieren una relativa escasez de mano de obra en el sector.