Estamos en un momento muy delicado. Y no solo por lo que al mercado inmobiliario se refiere. La situación generada por la COVID-19 ha puesto de manifiesto muchas debilidades, pero también muchas fortalezas. Los diferentes estudios y evaluaciones realizadas hasta el momento señalan que el interés por el mercado inmobiliario sigue vivo y, de hecho, muchas personas ya se han planteado cambiar de casa. No en vano, el confinamiento ha generado sentimientos encontrados y deseos de realizar un cambio de vivienda.
Vender una vivienda es un proceso complejo. Conviene tener claras muchas cosas y dejarse asesorar bien para que la operación termine éxito y pueda agilizarse al máximo. Un recurso imprescindible, lógicamente, son los anuncios inmobiliarios y las fotografías. Un anuncio sin fotografías es un anuncio que no generará el más mínimo interés en los futuros compradores.
Pero ojo, que la fotografía inmobiliaria es una cuestión que merece toda nuestra atención. Tanto si la vendemos como particulares como si nos dejamos ayudar por una agencia inmobiliaria, las fotos deben ser las idóneas. Y hay algunos errores que, por desconocimiento, podemos cometer a la hora de realizar las instantáneas. Por eso, en el Día Mundial de la Fotografía (19 de agosto) hemos elaborado un listado con los cinco errores más comunes a la hora de hacer fotos de una vivienda que se quiere vender.
1. El orden y la limpieza
¿Cuántas fotos has visto de viviendas a la venta en las que el orden brilla por su ausencia? Las fotografías de habitaciones llenas de ropa y objetos personales, las cocinas sucias con platos y enseres varios, los baños atestados de productos cosméticos son muy malos consejeros. Ordena la casa y aplica una sesión intensiva de limpieza para dejarla en perfectas condiciones para empezar con tu sesión fotográfica.
2. Los desperfectos visibles en las fotos
Las fotos pueden ayudar a camuflar algunos desperfectos, pero de nada te servirá. En cuanto los futuros compradores visiten la casa, se darán cuenta de su existencia. Así, lo más prudente y sensato es reparar los pequeños desperfectos para contribuir a unas buenas fotos y, de paso, revalorizar la vivienda. Si hay grandes reparaciones o reformas para hacer, es imprescindible que seas honesto y adviertas de la necesidad de inversión. Aun así, intenta que todo esté en unas mínimas condiciones.
3. Los objetos personales
El nuevo comprador de tu piso debe verse viviendo allí. De nada ayuda que la casa esté repleta de objetos decorativos demasiado personales, como por ejemplo fotografías familiares, recuerdos de viajes u objetos religiosos (léase, cruces presidiendo una cama). Antes de ponerse manos a la obra con las fotos es muy importante retirar todos los elementos personales y dejar una decoración lo más neutra posible. Puedes usar objetos que no tengan ningún significado, con colores neutros o jarrones con flores. Poco más.
4. La iluminación de las fotos
Lo ideal es hacer fotos durante el día, con las persianas subidas, para que de este modo pueda entrar toda la luz natural de que disfruta el piso. Las fotos con las persianas bajadas dan una sensación muy negativa, que no permitirá a los futuros compradores hacerse a una idea de cuál es la realidad de la vivienda. Tampoco es recomendable hacer instantáneas con flash, así que elige una buena hora para la sesión fotográfica. Es fundamental.
5. Los pequeños detalles
Puede que no te des cuenta de que aparecen en la foto, pero de un modo u otro estarán generando sensaciones negativas en la persona que está indagando sobre tu piso. Omite elementos catastróficos: como un árbol de Navidad o cualquier otro elemento decorativo temporal. Que no haya llaves en la mesa, ni tampoco la tapa del inodoro levantada. En definitiva, elimina cualquier producto que tenga algún tipo de connotación, como por ejemplo, el jabón para lavar los platos, un bote de lejía en el baño, unas tazas sin lavar sobre la mesa de la cocina, etcétera.
Hacer buenas fotos te ayudará a vender mejor y más rápido. ¡Sé cuidadoso y perspicaz!