A la vida sostenible no se llega por un camino de rosas. Estamos acostumbrados a usar decenas de productos para limpiar el hogar: detergentes para el lavavajillas, jabón para los platos, desinfectantes para el baño y la cocina, limpiacristales, limpiamuebles, abrillantadores… Nos encanta cómo huelen y de qué manera limpian. Pero, ¿cuántos botes de productos químicos compras todos los meses en el supermercado?
Aunque la cuestión económica no es la única que debería preocuparnos. La mayor parte de líquidos contienen tóxicos que son contaminantes para el medio ambiente y, en su mayoría, vienen en envases de plástico que también generan residuos completamente nocivos para nuestro planeta.
Lo que quizá no nos imaginamos es que para limpiar nuestra casa y obtener unos resultados estupendos tan solo necesitamos cinco productos. No son caros, duran mucho tiempo y cubren con mucha nota toda las necesidades de higiene y desinfección que puedas tener en el hogar. Lee, apunta y pásate al zero waste.
1. Limpiar sin tóxicos: empecemos por el bicarbonato
El bicarbonato es una sustancia química muy fácil de disolver en agua que puede emplearse para infinitos usos. Su fórmula es NaHCO3 y aunque lo más común es llamarla bicarbonato, también puedes encontrar esta sustancia como carbonato ácido de sodio, carbonato de soda o hidrogenocarbonato de sodio. Funciona a las mil maravillas para limpiar todo tipo de útiles de cocina (sartenes, fuentes, ollas…), abrillantar superficies, desatascar tuberías, desengrasar el horno, fregar el suelo, quitar manchas en la ropa e incluso limpiar las propias esponjas. Te sorprenderá lo efectivos que son los resultados y lo fácil que resulta emplearlo.
2. Percarbonato de sodio: un perfecto multiusos
Seguimos con la segunda estrella del podio. Se trata del percarbonato de sodio, un compuesto químico con la fórmula Na2H3CO6 que puedes encontrar en paquetes de polvo granulado blanco. Al igual que el bicarbonato, lo único que tienes que hacer para usarlo es disolverlo en agua. Resulta completamente biodegradable, de modo que es apto para una limpieza sin tóxicos. En cuanto a los usos, te vendrá que ni pintado para lavar la ropa (potenciando el poder del detergente), blanquear los tejidos y quitar manchas difíciles. Por otra parte, se trata de un perfecto multiusos para toda la casa. Puedes emplearlo para limpiar el horno y quitar marcas en todo tipo de enseres, como por ejemplo tazas, cortinas o toallas.
3. Ácido cítrico: el gran aliado para limpiar sin tóxicos
Quizá sea uno de los compuestos menos conocidos para la limpieza, pero en cuanto te pases a la limpieza sostenible en el hogar te darás cuenta de que es un imprescindible. Se trata de un desincrustante muy poderoso, pero también de un producto que funciona como abrillantador, desatascador y desinfectante. Es perfecto para limpiar el baño, porque además de dejarlo como los chorros del oro, es capaz de eliminar la temida cal en un abrir y cerrar de ojos. Incluso puedes usarlo en pequeñas proporciones como suavizante para los tejidos en la lavadora. Te sorprenderá lo bien que funciona para casi todo.
4. Jabón de Marsella: ante todo, natural
Pasamos de estos compuestos a un producto imprescindible para cualquier hogar que se precie sostenible: el jabón de Marsella. Puede que te guste reconocer este jabón por el aroma tan particular que desprenden algunos productos que dicen que llevan este jabón. Pero nada más lejos de la realidad. El auténtico jabón de Marsella no tiene olores ni perfumes, está hecho con ingredientes 100 % naturales y biodegradables. De hecho, los mejores están hechos con aceite de oliva. Puedes usarlo para casi todo: lavar los platos, hacer la colada. ¡Incluso para tu higiene personal! Raya unos copos cada semana e introdúcelos en el tambor de la lavadora. No necesitas nada más para conseguir una colada impecable. ¡Y sin tóxicos!
5. Botes de vidrio y esponjas vegetales
Te hemos hablado de los compuestos, pero no podemos obviar las herramientas. ¿Qué necesitarás para hacer efectivas todas estas mezclas y poder limpiar tu casa con comodidad y brío? Pues en primer lugar, tres botellas de cristal con pulverizador. Lo más recomendable es generar una mezcla semanalmente por cada uno de los elementos que te hemos indicado: agua y bicarbonato, agua y percarbonato de sodio y agua y ácido cítrico. No te olvides de indicar la mezcla con una etiqueta en el bote. Guárdalos en las estancias en las que más los usarás: el percarbonato y el ácido cítrico, en el baño y el bicarbonato, en la cocina.
Para frotar las superficies te bastará con una esponja. Alto ahí, porque nuestra recomendación es que te hagas con una luffa. ¿Que no sabes qué? Pues vamos a contártelo, porque te sorprenderá. Se trata de una esponja vegetal, totalmente natural, que se obtiene de una planta muy parecida al calabacín. Tiene la particularidad de que, al secarla, funciona muy bien como estropajo y, refinada, puede venir fenomenal como esponja para la ducha. ¡Es un exfoliante formidable para la piel!
Puedes adquirir luffas en cualquier tienda sostenible, además de otros útiles complementarios para la limpieza, como bayetas compostables, cepillos lavaplatos o estropajos de hilo de cobre.
Es cierto que al principio puede resultar un tanto difícil adaptarse, pero lo fácil que resulta y los buenísimos resultados te convencerán. Además, tendrás la satisfacción de estar contribuyendo al bienestar del planeta. ¡Ánimo y a por tu vida sostenible!
Fuente: Usar y Reusar