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Cómo elegir la mejor hipoteca según mi perfil

Elegir una hipoteca es de las decisiones más complicadas que se tienen que afrontar en la vida. Por este motivo, antes de hacerlo es importante analizar bien cuál es la que mejor se adapta a nuestras necesidades y, obviamente, si el banco nos la va a conceder, según nuestro perfil económico. Es decir: qué tipo de hipoteca elegir y cuánto dinero nos va a prestar el banco.

Antes de decantarnos por una u otra debemos analizar una serie de cuestiones fundamentales que no podemos pasar por alto y que nos ayudarán a tomar la decisión correcta. Merece la pena invertir tiempo en ello, dado que de esto dependerá gran parte de nuestro futuro financiero

¿Cuál es la cantidad máxima de dinero que podemos pedir al banco en función de nuestros ingresos, nuestros gastos y nuestros ahorros? La respuesta a esta pregunta sería: la cantidad va a depender de nuestra capacidad de endeudamiento

¿Cómo podemos calcular nuestra capacidad de endeudamiento?

La capacidad de endeudamiento es la cantidad de dinero que una persona puede destinar al pago de sus deudas. 

Cuota máxima que deberíamos pagar

Según los expertos, la cuantía destinada a pagar las cuotas de una hipoteca nunca debería superar el 35% de los ingresos mensuales netos de todos los titulares. 

Por lo tanto, si los titulares ingresan 3.000 euros netos al mes podrán destinar, como máximo, 1.050 euros al pago de la hipoteca. Los 1.950 euros restantes deben destinarse a sufragar el resto de gastos.

No debemos pasar por alto que la compra de una vivienda implica otros gastos periódicos añadidos, como el seguro del hogar, el IBI y la cuota de la comunidad, los impuestos municipales… Y obviamente, los gastos de agua, electricidad, gas e Internet, entre otros. 

Además, según los expertos es importante destinar una parte de nuestros ingresos (en la medida de lo posible, un 10%) a ahorrar para poder sufragar posibles imprevistos económicos, tanto a corto como a largo plazo. 

Cantidad máxima que nos prestará el banco

También debemos tener en cuenta a cuánto asciende nuestro nivel de ahorros. Y es que si partimos de la base que la mayoría de entidades bancarias sólo prestan un 80% del total del valor de la vivienda, deberemos tener ahorrado el 20% del valor total del inmueble. A éste deberemos añadir un 10% adicional, para hacer frente a los gastos de formalización de la hipoteca (notaría, registro, tasación…). 

Por ejemplo, si quisiéramos adquirir una vivienda de 200.000 euros deberíamos tener 60.000 euros ahorrados (40.000 para la entrada de la hipoteca y 20.000 para los gastos de formalización). 

¿Qué tipos de hipotecas existen y cuál debemos elegir según nuestro perfil?

Existen tres tipos de hipotecas, según el tipo de interés: variable, fija y mixta. Dependiendo de nuestro perfil nos convendrá elegir una u otra.

¿Cuándo elegir una hipoteca variable?

Una hipoteca variable es aquella en la que el importe de las cuotas mensuales varía según lo haga el índice de referencia. El tipo de interés suele ser el euríbor más un diferencial fijo, que establece el banco.

Deberíamos elegirla si preferimos pagar cuotas más bajas y podemos amortizar la deuda en 10 o 15 años como mucho

Desde 2006 el Euríbor está cotizando en mínimos (en abril de 2021 se situó al -0,484%) y, aunque puede llegar a superar el 5%, los expertos aseguran que se mantendrá en negativo varios años más. Por este motivo, es la adecuada si estamos dispuestos a arriesgar a cambio de pagar una cuota más baja. 

¿Cuándo elegir una hipoteca fija?

Una hipoteca fija es aquella en la que el tipo de interés se mantiene durante todo el plazo de la hipoteca. La cuota mensual es siempre la misma, durante toda la vida del préstamo. Deberíamos elegirla si no queremos arriesgarnos y tenemos pensado devolver el dinero en 20 años o más.

¿Cuándo elegir una hipoteca mixta?

Una hipoteca mixta es una combinación de la fija y la variable. Suele ser fija los diez primeros años y después pasa a ser variable. 

Deberíamos elegirla si no estamos seguros de cuál de las anteriores es mejor para nosotros, no queremos depender de la inestabilidad euríbor y tenemos pensado ahorrar para poder amortizar la hipoteca anticipadamente, antes de que ésta pase a ser variable, es decir en diez años. 

Por lo tanto, las hipotecas con un tipo de interés fijo mantendrán siempre la misma cuota, mientras que las de interés variable irán cambiando en función de cómo evolucione el Euríbor. 

El principal inconveniente de las hipotecas variables es que, al tener una cuota que varía, es más complicado hacer una previsión a medio y largo plazo de cuánto pagaremos o de si podremos hacer una amortización de capital anticipada. Sin embargo, la entrada y los intereses de las hipotecas variables son más económicos que los de las fijas. 

Éstas, por su parte, ofrecen una estabilidad que las variables no pueden garantizar, aunque, como apuntábamos, sus intereses son, de base, más elevados. Por este motivo, muchos clientes se decantan por las hipotecas mixtas, ya que garantizan estabilidad durante los primeros años, aunque es, con diferencia, la opción menos demandada en España.

¿Cuáles son las hipotecas más demandadas en España?

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, correspondientes a marzo de 2021, el 43,8% de la población solicitó una hipoteca variable, mientras que el 56,2% una fijaDe ello se desprende que, aunque el Euríbor está cotizando en mínimos, la mayoría de los españoles prefieren la estabilidad de las hipotecas fijas. En cualquier caso, pedir unas u otras dependerá de todos los factores que hemos analizado y de las circunstancias de cada unidad familiar.

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