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¿Cómo encontrar el piso de alquiler perfecto?

Con la llegada de la crisis, el alquiler se consolidó como una alternativa real a la compra. La precariedad laboral y económica y la dificultad de acceso al crédito provocaron que muchos se decantaran por el alquiler. En los últimos tiempos, el precio del alquiler ha aumentado y en las grandes ciudades, esto ha comenzado a generar problemas. Y es que son muchas las personas que no pueden acceder a un piso de alquiler con un precio razonable. En parte debido a la consolidación del alquiler turístico como negocio altamente rentable.

Pero, si no has abandonado en ningún caso tu deseo o intención de alquilar una vivienda, este también es un buen momento para intentarlo. Aunque la crisis sanitaria por la COVID-19 frenara las mudanzas y la firma de contratos en los meses más duros, la recuperación avanza a buen ritmo y la vuelta a la nueva normalidad hace que este es un momento perfecto para buscar y para empezar a contactar con los propietarios de los pisos o las agencias inmobiliarias.

Si tienes previsto enfrentarte a la búsqueda de un piso de alquiler, estas son las cinco cosas que debes tener en cuenta para encontrarlo.

  1. 1. Plantéate bien tus necesidades

Es muy importante que tengas en cuenta cuáles son tus necesidades. Esto te ayudará a definir las prioridades antes de ponerte a buscar. Piensa, por ejemplo, en la zona, en el tipo de vivienda, en el presupuesto mensual que tienes para el alquiler, en la antigüedad de la vivienda o en las características del inmueble. Nos referimos al número de habitaciones, de baños, si tiene parking, trastero y si necesita alguna reforma.

También es fundamental tener en cuenta otras cuestiones, como por ejemplo, la disponibilidad de transporte público, si hay zonas verdes y si la vivienda está cerca de los servicios que necesitas: colegios, comercios, centros de salud, etcétera.

2. Calcula tu presupuesto para el alquiler

A la hora de buscar un alquiler siempre es recomendable que el precio mensual no supere el 30% de la nómina. Es posible, y esto hay que tenerlo en cuenta, que en grandes ciudades este porcentaje sea superior. Sea como sea, hay que fijarse una renta máxima, porque también es necesario reservar dinero para la fianza y hacerse cargo de los suministros.

Para valorar si se trata de un alquiler caro o barato, es imprescindible conocer el precio medio de la zona y de otros pisos de características similares. El precio varía en función de los metros cuadrados, la zona, la antigüedad, de si está o no amueblado e incluso del certificado energético.

3. Comprueba a quién alquilarás la vivienda

Puedes alquilar una vivienda a distintos tipos de arrendadores: particulares, agencias inmobiliarias, promotoras y constructoras o bancos. Si lo haces con un particular, verás que una de las principales ventajas tiene que ver con la posibilidad de negociar la renta con mayor facilidad. Te evitarás las comisiones y verás garantizado un proceso más simple y transparente.

En el caso de las agencias inmobiliarias, verás que la principal ventaja es que la agencia se encarga de gran parte de los trámites. Así, como cliente, te evitarás también muchos quebraderos de cabeza. En este caso, eso sí, es muy probable que tengas que abonar alguna comisión. El intermediario, en todo caso, debe estar colegiado.

Por otra parte, algunas promotoras inmobiliarias han optado por poner los inmuebles sin vender en régimen de alquiler. Son viviendas de obra nueva, normalmente a precios más bajos que los de la zona, aunque suelen ser inflexibles con los precios y condiciones. Hay que asegurarse de que serán ellos quienes se encarguen de posibles problemas que surjan en el inmueble.

  • Y por último están los bancos, que son las grandes inmobiliarias de la actualidad, con pisos con un alquiler bastante ajustado (aunque también suelen estar en zonas donde no hay mucha demanda). Normalmente disponen de un servicio de mantenimiento, aunque también es cierto que, si son propietarios de muchos pisos en el edificio, pueden llegar a tomar decisiones de manera unilateral y sin consultar. Además, suele ser complicado negociar con ellos la renta o los pagos de esta, y se muestran implacables en casos de impagos o devoluciones de fianzas.

4. Visita al piso antes de formalizar el alquiler

Alquilar o firmar el contrato de alquiler del piso sin haber visitado antes la vivienda es un gran error.  No se debe adelantar dinero o firmar el contrato sin antes haber comprobado el estado del inmueble, la ubicación, el número de habitaciones, si hay desperfectos, si tiene dados de alta los suministros…

  1. Tampoco hay que firmar sin antes asegurarse de que el arrendador sea realmente el propietario de la vivienda. Comprobarlo es fácil, tan solo hay que solicitar el dato en el Registro de Propiedad.

5. El contrato, siempre por escrito

Las palabras se las lleva el viento, por eso es imprescindible que las condiciones del contrato queden reflejadas por escrito. Lo mejor es utilizar un contrato modelo y que cada una de las partes implicadas se quede una copia firmada en todas sus páginas.

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