El País, 20 de marzo – El conocido como banco malo, oficialmente llamado Sareb, ha aprobado un nuevo plan de negocio cuatro meses después de comenzar a funcionar y de pedir el capital a los accionistas privados. El organismo envió a última hora de este miércoles un comunicado donde explicaba que mantendrá su previsión de ofrecer una rentabilidad acumulada de entre el 13 % y el 14 %. En su primer plan dijo que alcanzaría el 15 %. Se entiende que es una rentabilidad acumulada a lo largo de los 15 años de vida prevista para el Sareb.
En el comunicado se fija como objetivo vender unas 42.500 viviendas antes de 2018 —la mitad de todas las que tiene— y alquilar otra parte de sus inmuebles. Sin embargo, Sareb no publicó ningún detalle del plan de negocio, como los beneficios esperados, ni los ejercicios que cerrará con pérdidas, previsiblemente los primeros. Solo indica que tres cuartas partes de los ingresos procederán de la venta de activos inmobiliarios y el resto, por la vía de los préstamos. El Consejo de Administración de Sareb aprobó la política de conflictos de intereses y de operaciones vinculadas, “que trata de preservar en todo momento el interés de la compañía en la toma de decisiones por parte de los órganos de gobierno”.
Así, afirmaron que esta política “va más allá de las exigencias de abstención que impone la Ley de Sociedades de Capital, dado que impide además que los consejeros afectados por un conflicto de interés puedan acceder a la información de la operación o decisión que está en discusión”. Es decir, los bancos accionistas no podrán saber los precios de las promociones o viviendas con las que tengan alguna relación.
La cartera de Sareb consta actualmente de activos por 50.449 millones. Con el nuevo plan se han tenido en cuenta los activos comprados, con descuento, a Bankia, CatalunyaBanc, Novagalicia, Banco Gallego, Banco de Valencia, Liberbank, BMN, CEISS y Caja3, aunque en menor medida de estas últimas cuatro entidades.