elconfidencial.es, Elena Sanz, 15 de enero – Los grandes campos de golf situados en la península Ibérica han entrado de nuevo en el radar del inversor. En el último año y medio se han cerrado media docena de operaciones en España y Portugal en torno a algunos de los mejores productos de este particular activo inmobiliario. Operaciones que han tenido el sello de grandes firmas internacionales de ‘private equity’ de la talla de Lone Star, Orion o Cerberus, aunque también han movido ficha fortunas nacionales, con gran experiencia en este sector.
Así ha sucedido, por ejemplo, en la última de las grandes transacciones cerrada en el sur de España hace apenas unos días. El Grupo La Zagaleta, propietario de la urbanización del mismo nombre situada en Benahavís (Málaga), ponía 40 millones de euros sobre la mesa para hacerse con el Grupo Valderrama, dueño, entre otros activos, de uno de los mejores campos de golf de Europa, Valderrama Golf Club, situado en Sotogrande, Cádiz. En términos futbolísticos, el Santiago Bernabéu o el Camp Nou de los campos de golf. Para que nos hagamos una idea, es el único campo de golf que ha albergado la Ryder Cup fuera de Reino Unido y Estados Unidos.
Aunque, sin duda, la transacción más importante, por su importe, se cerraba en verano de 2015. Orion y Cerberus se hacían con la filial inmobiliaria de NH Hoteles Sotogrande, tras lanzar una opa. A través de la sociedad Sotogrande Luxco, los dos fondos desembolsaron 225 millones de euros por un activo que incluía el espectacular Real Club de Golf de Sotogrande, así como suelo para el desarrollo inmobiliario, apartamentos, dos hoteles y amarres marinos.
Los últimos 18 meses han sido especialmente activos en el sector, sobre todo en terreno andaluz, donde las condiciones climatológicas son muy favorables. En octubre de 2014, el grupo chileno Phoenix adquiría a los dueños del Grupo Leche Pascual La Quinta Golf & Country Club, ubicado, como La Zagaleta, en el municipio malagueño de Behavís. La operación, cuyo importe no ha trascendido, incluía el campo de golf y un hotel de cinco estrellas operado por la cadena Meliá, que ha sido totalmente reformado. Asimismo, fue muy comentada en el sector la venta, el año pasado, de la urbanización Santa Clara Golf a la promotora Urbania International, que fue de la mano de un fondo de inversión estadounidense y que prevé la construcción de más de 200 villas de lujo.
«España es un destino muy demandado por aficionados de todo el mundo que visitan nuestro país todos los años para practicar este deporte. La Costa del Sol y Baleares son sin duda los destinos preferidos por los turistas de alto ‘standing’, aunque otras zonas de España en las que se paralizaron algunos proyectos con el estallido de la burbuja inmobiliaria están volviendo a captar el interés de inversores internacionales. Fundamentalmente, se están recuperando proyectos muy interesantes de resorts vinculados al golf para ser desarrollados en las regiones del Algarve portugués y la Costa Brava y la Costa Blanca en España«, asegura Patricio Palomar, director del departamento de Office Advisory y Alternative Investment de la consultora CBRE.
En su opinión, seguiremos viendo operaciones de calado en el sector. «Si tenemos en cuenta la evolución de licencias de golf en España, vemos que tras el momento expansivo que tuvo este deporte con la llegada del nuevo milenio, su crecimiento se ha visto muy ralentizado tras el estallido de la crisis. Sin embargo, las expectativas de todos los especialistas confirman que este deporte no ha tocado techo en España, y en cuanto volvamos a crecimiento sostenido por encima del 2 % del PIB, volveremos a ver un rápido crecimiento en el número de licencias en España», añade a este experto.
Unas expectativas muy positivas que se unen a la remontada económica en España -hace ya meses que se alejó el fantasma sobre una posible salida del euro-, así como al importante ajuste de precios que han experimentado las viviendas vinculadas a estos activos, que han vuelto a despertar el interés comprador entre los amantes de este deporte. Especialmente activos se muestran los extranjeros procedentes de Alemania, Reino Unido y países nórdicos, quienes, con el mismo poder adquisitivo, ven cómo ahora pueden acceder a viviendas más asequibles.
Y es que, en torno a estos campos de golf se desarrolla un auténtico negocio inmobiliario. La venta de apartamentos, chalés, villas o parcelas constituye, en la mayoría de los casos, la principal fuente de ingresos de estos activos. Un claro ejemplo es el proyecto de Valderrama 2 en manos de La Zagaleta que contempla, además del desarrollo de un campo de golf de primer nivel, un hotel y un resort residencial turístico de superlujo que seguirá una filosofía muy similar a la que los nuevos dueños han llevado a cabo en el área de Benahavís y Marbella donde, desde hace 25 años, venden parcelas muy exclusivas a compradores no menos exclusivos y a precios prohibitivos.
Para que nos hagamos una idea de la importancia del ladrillo asociado al golf, en la actualidad La Zagaleta está construyendo nuevas viviendas cuyos precios oscilarán entre los 12 y los 14 millones de euros. Actualmente hay construidas más de 230 viviendas en parcelas cuyas superficies están entre 3.000 y 10.000 metros cuadrados a un precio que va de los cinco a los 25 millones de euros. Eso sí, después de cinco lustros vendiendo terrenos, el suelo urbanizable se agota, lo que ha llevado a los propietarios de esta exclusivísima urbanización a buscar nuevas oportunidades de negocio, concretándose finalmente este apetito comprador en el Grupo Valderrama.
¿Hacia dónde dirigen sus miradas los inversores?
Los destinos más apetecibles son la Costa del Sol y Baleares. «La Costa del Sol cerró 2015 como el mejor año turístico de su historia, con 10,6 millones de turistas, un 4 % más que hace un año, y un impacto económico de más de 11.000 millones de euros», asegura Íñigo Molina, director regional de CBRE en Andalucía.
Unos datos que, sin duda, invitan al optimismo aunque en localidades como Marbella, la situación urbanística no es especialmente favorable. «Las tres sentencias del Tribunal Supremo que anulan el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2010 de Marbella retrotraen al plan urbanístico de 1986. La elaboración de un nuevo PGOU se puede demorar hasta cinco años, y esto va a paralizar muchos proyectos que algunos inversores estaban analizando allí».
Inevitablemente esto va a beneficiar a otras zonas de la Costa del Sol, donde, según Patricio Palomar, «hay proyectos muy interesantes en Mijas, Estepona o San Roque, que están ahora de nuevo en el objetivo de grandes inversores, conocedores de la importante ventaja competitiva que tendrán estos municipios hasta que se solucionen definitivamente los problemas urbanísticos de Marbella».
Pero no solo los campos de golf ubicados en España han despertado el apetito de los inversores. En Portugal, se han batido todos los récords con la compra, a finales de marzo de 2015, de parte del complejo turístico Vilamoura por parte del fondo Lone Star, que pagó 300 millones de euros a Catalunya Banc por los terrenos.
Ha sido la operación de suelo más importante de Portugal en los últimos siete años, ya que incluye una bolsa de más de 2.000 hectáreas, el equivalente a 2.000 campos de fútbol, y 700.000 metros cuadrados edificables en el Algarve, donde se construirán más de 5.000 viviendas. Un suelo sin desarrollar, pendiente de ser urbanizado y reparcelado, de tal manera que no solo se pondrán a la venta viviendas o chalés unifamiliares, sino que también podrían salir a la venta parcelas de suelo para particulares.
No será la única en el país vecino, ni mucho menos. El banco malo de Irlanda ha sacado a la venta un portfolio de entre cinco y seis campos de golf que pertenecían al millonario Denis O’Brien, el mayor promotor de campos de golf en Europa y propietario del PGA Catalunya Resort en Girona.
En nuestro país, también veremos más operaciones y proyectos en torno a campos de golf. Eso sí, la época del ‘todo vale’ desapareció con el estallido de la burbuja inmobiliaria, que provocó la quiebra de proyectos masificados, megalómanos y ‘low cost’ como los que encabezaron Polaris World o Marina D’Or. Los expertos tienen buenas expectativas respecto a proyectos de golf con viviendas asequibles -que no baratas-, como los que tienen actualmente sobre la mesa Tylor Wimpey o La Cala Resort en Mijas.