¿Podremos bañarnos en las piscinas públicas este año? Con la relajación de las medidas, todo hace esperar que este verano no será como el anterior, en la que una gran mayoría prescindió de acudir a un lugar público para pegarse un chapuzón. Este año todo podría cambiar, pero de partida, seguir contando con una piscina en casa sigue pareciéndonos una oportunidad estupenda para bañarnos cuando nos apetezca, sin necesidad de desplazarnos a ningún lugar.
Ante esta circunstancia, son muchos los que se han lanzado a comprar piscinas desmontables para su hogar de nuevo. No importa si para instalar en el jardín o en la terraza: ya sabes que a estas alturas hay opciones para todo tipo de viviendas, gustos y necesidades.
Pero, ¿qué tipo de piscinas desmontables existen? ¿Cuál de ellas se ajustará mejor a mis apetencias y necesidades técnicas? Fíjate bien en todos los detalles de esta guía para encontrar la piscina que necesitas para el verano.
Tipos de piscinas desmontables según los materiales
Las piscinas desmontables han evolucionado, y mucho, con los años. Ahora ya no solo tenemos las clásicas piscinas de plástico que todos tuvimos en casa de pequeños. Ahora podemos encontrar en el mercado piscinas fabricadas con infinidad de materiales. De tus necesidades y de las características de tu casa dependerá que puedas instalar una u otra.
Piscinas hinchables
Probablemente sean las más sencillas, porque están fabricadas de una sola pieza y son de plástico. Lo único que hay que hacer para habilitarlas es hincharlas y llenarlas de agua. Habitualmente, las podemos encontrar con diseños sencillos, pero como suelen ser la opción más viable para niños, se venden en distintos colores y formas. De hecho, existen centros de juegos para que los más pequeños de la casa se diviertan a lo grande. Se pueden instalar sin problemas en una terraza o sobre el suelo del jardín, aunque siempre es interesante usar algún tipo de lona de protección y mantener a los pequeños (siempre) vigilados.
Piscinas de plástico
Las piscinas de plástico son otra opción interesante, aunque la durabilidad siempre será inferior. Las más habituales son de lona, con una estructura que sirve para armarlas. Son, sin duda alguna, las más económicas. También están las tubulares, que cuentan con una estructura de acero o de aluminio. Las podemos encontrar de distintas capacidades y son, en cuanto a litros, un opción más holgada si las comparamos con las hinchables. En estos casos siempre es conveniente revisar la cantidad de litros y, por tanto, el peso total a soportar. No hay que perder de vista que algunas piscinas, aunque sean de plástico, tienen mucha capacidad.
Piscinas de acero inoxidable
En este caso la estructura es de acero inoxidable, aunque también pueden ser de algún otro material metálico. Las medidas suelen venir prefijadas de fábrica y lo único que hay que hacer es montarlas. En este caso, suele ser necesario que lo haga un profesional, aunque es bastante fácil. Resultan más resistentes que las anteriores y también podemos encontrarlas personalizadas, en múltiples diseños y colores.
Piscinas de PVC o resina
Este tipo de piscinas son muy similares a las anteriores. La diferencia radica en que su estructura, en lugar de ser metálica, es de algún tipo de resina o de PVC de gran resistencia. Al igual que las de acero inoxidable, es mucho más recomendable instalarlas sobre una superficie sobre el suelo, dado que en algunos casos la cantidad de peso a soportar será bastante elevada.
Piscinas de madera y de hormigón
Son de dos materiales muy distintos, pero las hemos integrado en un mismo apartado, porque las dos variables ofrecen un nivel de capacidad muy importante. De ahí que sea conveniente estudiar muy bien las características de la zona en la que serán instaladas. Y, en caso de tratarse de una terraza, tener muy presente que hará falta la intervención de un técnico que valore la idoneidad de la instalación.
Las primeras suelen estar fabricadas con madera de pino nórdico o tropicales, que ofrecen una mayor resistencia a la intemperie, aunque también podemos encontrar estructuras que imitan la madera, pero que en realidad son de otros materiales que requieren menos mantenimiento. Además, la madera de imitación puede resultar mucho más económica.
Las piscinas de hormigón son tendencia. Las piezas vienen previamente cortadas de fábrica, de modo que solo hace falta montarlas. Son mucho más resistentes y duraderas que las demás, pero es imprescindible contar con una buena valoración técnica que apruebe su instalación.