La Ley Estatal de Vivienda ya está aprobada y en vigor y provocará cambios en el mercado del alquiler. De hecho, una de las razones por las que desde el Gobierno han impulsado esta legislación tiene que ver con la necesidad de regular el alquiler en mercados tensionados. En algunos barrios de grandes ciudades los pisos vuelan y los precios están disparados.
Es por eso que, antes de firmar el contrato de alquiler de una vivienda, es importante tener en cuenta todos aquellos aspectos que inciden en el mismo: duración del alquiler, fianza a depositar, reparto de gastos, etcétera. Es recomendable pues, tanto para inquilinos como para propietarios, tomar algunas precauciones y asegurarse de que el acuerdo final es el deseado por ambas partes. Además, conviene tener en cuenta que la legislación que se ocupa de todas las obligaciones y derechos de inquilinos y propietarios es la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y que todo lo relativo al contrato tiene que regirse por lo que señala esta ley.
Pero, ¿sabes cuáles son los principales problemas que se dan después de haber firmado un contrato de alquiler? Te contamos cuáles son las incidencias más frecuentes y de qué manera puedes evitarlas. ¿Lo primordial? Haber revisado el contrato antes de firmarlo. Te contamos en qué debes fijarte antes de tomar la decisión final de alquilar una vivienda tanto si eres propietario como inquilino.
Alquilar una vivienda, ¿qué debe tener en cuenta el inquilino?
Hay una serie de puntos que el inquilino debe tener en cuenta antes de firmar el contrato. Son los siguientes.
- Características de la vivienda que quieres alquilar
- Problemas que puede tener la vivienda
- Precio de la vivienda, presupuesto y gastos mensuales
- Duración del contrato, señal y fianza
- Seguro de responsabilidad civil en la vivienda
Características de la vivienda que quieres alquilar
Si eres inquilino y tienes decidido alquilar una vivienda, lo primero que debes hacer es analizar si el piso o la casa es realmente lo que estabas buscando. Aquí debes tener en cuenta cuestiones como la ubicación, el tamaño, la posibilidad de tener mascotas, etcétera.
Problemas que puede tener la vivienda
Es importante, además, que en este punto enumeres aquellos posibles problemas que pueda tener el inmueble antes de firmar: humedades, persianas que no suben, electrodomésticos o caldera que no funcionan. Todo tiene que estar en buen estado y recogido en el inventario.
Precio de la vivienda, presupuesto y gastos mensuales
En cuanto al contrato y el precio, recuerda que la renta de alquiler que pagues por la vivienda no debería superar en ningún caso el 35 % de tus ingresos mensuales. Puede que este porcentaje sea un poco más elevado en ciudades como Madrid o Barcelona, pero en términos generales, usa la lógica y ten en cuenta todos los gastos adicionales que tienes que asumir mes a mes.
Duración del contrato, señal y fianza
A la hora de firmar un contrato, siempre que lo tengas claro, puedes proponer un contrato de mayor duración. Recuerda que nunca debes entregar una señal o reserva sin haber visitado la vivienda y sin un recibo firmado en el que se especifiquen la cantidad y el concepto.
Seguro de responsabilidad civil en la vivienda
Por último, y una vez firmado el contrato de alquiler, es muy recomendable contratar un seguro de hogar como inquilino que cubra tu responsabilidad civil, más allá de que el propietario tenga su propio seguro de vivienda.
Consejos para el propietario antes de alquilar una vivienda
La otra parte de este tándem, a la hora de alquilar una vivienda, es la del propietario. Es muy importante que este también tenga en cuenta todo esto antes de firmar el contrato con el inquilino:
- Elegir el mejor candidato
- Establecer un buen acuerdo y dejar claras las cláusulas
- Crear un inventario detallado del inmueble
- Contratar un seguro de impago del alquiler
Elegir el mejor candidato para alquilar tu vivienda
La fase de búsqueda del candidato tampoco es fácil. Si quieres tener varios y hacer una buena selección del inquilino, fija una renta ligeramente inferior a la media de los pisos equivalentes al tuyo, dentro del mismo barrio. Una vez recibas las primeras peticiones, solicita datos sobre la solvencia y estabilidad de ingresos del futuro inquilino. Como orientación, la renta propuesta no debe superar, como decíamos, el 35 % de los ingresos mensuales.
Establecer un buen acuerdo y dejar claras las cláusulas
En esta fase de selección entran en juego los factores psicológicos, porque es fundamental tener sintonía con el inquilino. A él le vas a confiar tu piso y vas a tener que tratarle durante un tiempo. Te recomendamos ser muy pedagógico en las explicaciones previas al contrato, para que quede cargo quién se hace cargo de qué y qué quieren decir exactamente las cláusulas extra que se añadan. Es importante que sepas que si las cláusulas son contrarias a la ley no serán válidas, aunque las hayáis firmado ambas partes.
Crear un inventario detallado del inmueble
Junto al contrato, debes facilitar un inventario detallado. Puedes añadir fotos, si hace falta. En este documento tiene que ir especificado el contenido de cada habitación, sobre todo si la vivienda se alquila amueblada. ¿En qué estado se encuentran los electrodomésticos, las calderas y las persianas? Es una buena manera de curarse en salud y evitar problemas a la hora de hacer frente a reparaciones o devolver la fianza.
Contratar un seguro de impago del alquiler
Además, te recomendamos contratar un buen seguro de impago de rentas. Hay algunos muy completos por menos del 3 % de la renta anual. Una vez alquilado el piso, estate pendiente de las necesidades del inquilino y hazte responsable de aquello que te corresponda a la mayor brevedad posible. Recuerda que, si en el contrato inicial está todo bien detallado, evitarás malentendidos innecesarios.