elconfidencial.com, E. Sanz, 24 de agosto – La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) se quedará con InTempo, el rascacielos residencial más alto de España y el segundo de Europa, y uno de los símbolos de la locura inmobiliaria que se instaló en nuestro país a comienzos del nuevo siglo.

Las ofertas presentadas por dicho edificio dentro del proceso de liquidación concursal de Olga Urbana, la compañía que lo construyó, no han sido lo suficientemente elevadas para cubrir la deuda -unos 100 millones de euros- que dicha constructora mantiene con su principal acreedor, el llamado ‘banco malo’. Las ofertas por el rascacielos más famoso de la costa española se presentaron hace cuatro meses en el Juzgado de lo Mercantil de Alicante, donde se estaba resolviendo el proceso de liquidación.

Según confirman fuentes cercanas a dicho proceso, InTempo ha recibido dos ofertas por parte de dos fondos de inversión. Una de ellas se presentó dentro de plazo previsto y la segunda, 20 días fuera de plazo. Ninguna de ellas fue lo suficientemente atractiva como para que la Sareb renunciara a su derecho, tal y como contemplaba el plan de liquidación concursal, a presentar una oferta económica superior y adjudicarse el activo. Información que confirman a este diario desde la Sareb, si bien aseguran que aún no han recibido la notificación de adjudicación del activo por parte del juez.

Las ofertas presentadas se movían entre 50 y 60 millones de euros, según pudo saber este diario, mientras que el activo está valorado en 90 millones y la deuda que pesa sobre él ronda los 100. «Legalmente, quien ha resultado adjudicataria del rascacielos es Sareb. Lo que no quita que una vez cerrado y cumplido el plan de liquidación y una vez que el juez autorice dicha adjudicación, Sareb pueda llegar ahora a un acuerdo para la venta del edificio a un tercero o a alguno de los dos fondos que se han interesado por él», señalan a El Confidencial fuentes del proceso.

Según el plan de liquidación, en caso de concurrir varias ofertas, el criterio de elección sería el de la oferta que supusiera el mayor precio, siempre que fuera un pago al contado o bien mediante el otorgamiento de un aval a primer requerimiento que asegurase el pago del precio.

No obstante, dicho plan también contemplaba la posibilidad de que el acreedor privilegiado, es decir, Sareb, pudiera presentar una oferta si las recibidas eran inferiores al importe del privilegio, es decir, de la hipoteca.

En caso de no recibir ninguna oferta, también se contemplaba la dación en pago a favor de la Sareb. Por otro lado, las ofertas debían realizarse por la totalidad del inmueble en su conjunto, no por unidades o viviendas individuales, una opción inviable al no estar del todo acabadas las obras.

Las ofertas no han sido suficientes para cubrir la deuda que pesa sobre el activo

Valorado en algo más de 90 millones de euros según el plan de liquidación de Olga Urbana, Sareb ya reconoció estar dispuesto a aceptar ofertas que alcanzasen el 70% del valor de tasación (es decir, 63 millones de euros), siempre y cuando el pago se realizase al contado, con lo que cabe deducir que las ofertas presentadas no alcanzaron las pretensiones del llamado ‘banco malo’.

Sareb, acreedor privilegiado

En este proceso concursal, Sareb es acreedor privilegiado, es decir, el primero en la lista a la hora de cobrar las deudas, pero son muchos más los damnificados por la quiebra de la promotora, cuyo pasivo concursal asciende, en total, a 140 millones de euros. De esta cantidad, una pequeña parte, en torno a dos millones, corresponde a los particulares que compraron alguno de los más de 300 pisos del rascacielos, cuyos precios, cuando salieron al mercado, oscilaban entre los 190.990,8 euros y los 1,6 millones. En el plan de liquidación aprobado por el juez a finales de 2015, serían los últimos en cobrar.

InTempo es el edificio más alto de Benidorm, y sus impulsores llegaron a presumir de estar levantando el bloque de viviendas con más altura de Europa. El rascacielos cuenta con 190 metros de altura y está formado por dos torres unidas en su parte superior, actualmente sin terminar. Se ha convertido en un icono de la locura constructora que se instaló en España a finales del siglo pasado, e incluso ‘The Guardian’ llegó a referirse a él como «el altísimo testamento de la locura del ‘boom’ de la construcción en España».

Olga Urbana tuvo problemas para finalizar las obras, que según el plan de liquidación se encuentran en un grado de ejecución de entre el 83 % y el 97 %. Sareb, que había asumido la deuda de NovaCaixagalicia, solicitó entonces el concurso de acreedores, a finales de 2014.