Para que una vivienda sea habitable es ineludible que cuente con la cédula de habitabilidad, un documento que sirve para certificar que un espacio habitacional es, en efecto, habitable. Y no es imposible, en absoluto: por ejemplo, se puede convertir un local en vivienda para aprovechar un espacio que ya no resulta funcional para otros usos. En este caso es muy importante agudizar el ingenio, pero sobre todo, contar con la ayuda de profesionales expertos que nos ayuden a adaptar los metros cuadrados que tengamos para que funcionen como vivienda.
¿Y qué hay de vivir en un semisótano? ¿Se puede habitar un espacio de estas características? Bueno, es lógico que algunas personas consideren esta opción, ya sea por razones de espacio, ubicación o costes. A veces, especialmente en ciudades o pueblos en los que hay pendientes y desniveles es muy habitual que los semisótanos hagan las veces de vivienda. Sin embargo, antes de habitar un semisótano o poner en marcha unas obras, conviene conocer qué dice la legislación vigente.
Lo primero y más importante, como decíamos: todas las viviendas deben contar con cédula de habitabilidad, el documento que certifica que un espacio cumple las condiciones mínimas de habitabilidad, de acuerdo con la Ley 18/2007 del derecho a la vivienda.
Vivir en un semisótano si tiene cédula de habitabilidad
Lo primero y más importante: ¿qué es un semisótano? El sótano suele ser el recinto de un edificio por debajo del nivel de la calle, en una posición subterránea. Por tanto, suelen carecer de luz natural y por tanto, se usan como almacenes o espacios frigoríficos. En cambio, el semisótano se encuentra solo en su mitad por debajo del nivel de la calle y sucede, especialmente, en edificios construidos con desnivel. Esto significa que, aunque una parte esté bajo tierra, la otra puede estar al mismo nivel que el suelo o un poco por encima, el semisótano puede disponer de luz natural. Pero no siempre es así.
Si el semisótano no tiene cédula de habitabilidad es porque ningún arquitecto ha podido otorgarla y, por tanto, no sería habitable. Veamos, pues, cuáles son los requisitos generales para que un espacio pueda tener la cédula:
- Que tenga unas dimensiones mínimas de 25,5 metros cuadrados
- Que tenga cocina y salón comedor diferenciados
- Que incluya un dormitorio principal (con cama de matrimonio, cómoda y armario)
- Que disponga de baño completo con inodoro, lavabo y ducha o bañera
- La vivienda tiene que recibir iluminación natural durante el día (en pasillos, aseos, baños y recibidores no es imprescindible)
- Debe contar con ventanas que permitan la ventilación en toda la vivienda
Además, el semisótano en cuestión debería contar con todas las mejoras de seguridad:
- Instalación de materiales fáciles de limpiar, desinfectar e ignífugos en suelos, paredes y techos
- Instalaciones de fontanería de agua y fría y caliente en toda la vivienda, con llaves de corte en zonas húmedas
- Instalación de una llave de corte general para el conjunto de la vivienda
- Instalaciones de electricidad realizadas de acuerdo con la normativa
- Instalación de telecomunicaciones que incluya tomas de televisión, cableado y línea telefónica
- Instalación de sifones en todos los desagües de la vivienda
Como ves, vivir en un semisótano es perfectamente posible si el espacio en cuestión reúne las condiciones necesarias y puede adaptarse mediante reformas. Consulta siempre con un arquitecto que pueda aconsejarte acerca de la viabilidad de la reforma y las posibles adaptaciones a realizar.