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Sistemas de refrigeración alternativos al aire acondicionado

A estas alturas no vamos a discutir que el aire acondicionado es un invento magnífico para no pasar calor en verano. De hecho, esta tecnología es un invento magnífico, que nos ha librado de tardes de auténtico sofoco en plena canícula. De eso no cabe la menor duda. Sin embargo, no todo son ventajas cuando se habla de aire acondicionado.

Los expertos coinciden en que los aires acondicionados en verano suelen ser la causa de resfriados e infecciones, dolores de cabeza e incluso migrañas o ciáticas. Los cambios bruscos de temperatura son un tanto desestabilizadores para determinadas personas, por no mencionar los problemas que provocan en muchas personas a la hora de conciliar el sueño.

Hay otra cuestión que trasciende a estas cuestiones de salud, muchas veces relacionadas con un mal mantenimiento de los equipos de aire acondicionado. Nos referimos al elevado coste que suelen tener estos aparatos, así como las dificultades de instalación que existen. Y es que la estructura de determinados inmuebles y edificios puede impedir llevarlas a cabo. También puede suceder, en caso de encontrarnos en un piso de alquiler, que el propietario no quiera autorizar la instalación del mismo.

En esos casos, la única solución que tenemos a nuestro alcance para combatir las altas temperaturas es acudir a sistemas de refrigeración alternativos. La mayoría son mucho más económicos y fáciles de instalar, lo que no siempre quiere decir más cómodos. En cualquier caso, en este artículo vamos a descubrirte una interesante selección.

1. El ventilador de toda la vida: un aliado tradicional

El ventilador de toda la vida (sí, el que tenían tus abuelos en el pueblo) consume hasta un 30 % menos que el aire acondicionado que tienes instalado en el salón. Como lo lees. Ahora que la factura eléctrica sigue por las nubes, seguro que te viene de maravilla ahorrar un poco y hacerlo con un ventilador.

Nuestra recomendación es que compres uno que sea poco ruidoso, a ser posible con aspas, y que tenga la posibilidad de ser controlado a distancia. Por poner la guinda, te diríamos que compres un ventilador de techo y lo instales en ese lugar en el que sueles pasar más tiempo. Por ejemplo: sobre el sofá, la mesa del salón o la propia cama. Te sorprenderá cómo funciona el invento.

2. El aire acondicionado portátil: refrescarse sin instalación

Si quieres un aire acondicionado de todas formas, pero no puedes realizar la instalación por cuestiones técnicas o porque el propietario de la vivienda no te deja (en el caso de que vivas de alquiler), puedes decantarte por un aire acondicionado portátil. Suelen ser de pequeñas dimensiones y para instalarlos basta con hacer un agujero en la pared, con el que sacarás el tubo que eliminará el aire caliente.

Lamentablemente, los equipos que existen actualmente son un tanto ruidosos y, aunque tienen ruedas, no pueden desplazarse muy lejos de donde esté hecho el agujero para eliminar el aire caliente. Esa es la realidad.

3. Un deshumidificador para eliminar la humedad ambiental

La humedad es una de las peores aliadas del calor. Te sorprendería comprobar cómo se siente la misma temperatura en lugar húmedo, comparado con un lugar seco. Por eso tratar de eliminar el vapor de agua que hay en el ambiente te ayudará a reducir la sensación de calor, aunque la temperatura se mantenga. La gran ventaja de todo esto es que el deshumidificador es un aparato sencillo, pequeño y bastante económico. No tendrá que hacer un gran desembolso y combinado con un ventilador, hará su buen efecto.

4. Enfriadores por evaporación: habitaciones fresquitas por muy poco

No son ninguna novedad. De hecho, los aparatos enfriadores por evaporación existen desde hace décadas, solo que ahora están un poco más perfeccionados, porque gastan menos y son un poco más cómodos. Aun así, el sistema es el mismo: se nutren de hielo y agua fría para expulsar un aire a menos temperatura que el que podría proporcionarnos un ventilador.

¿Cuándo recomendaríamos esta opción? En aquellos casos en los que quieras enfriar una habitación pequeña a la que no llega el aire acondicionado o que resulta demasiado calurosa para descansar bien.

5. Alternativas al aire acondicionado rudimentarias y mecánicas

Para terminar, queremos darte algunas alternativas al aire acondicionado que son efectivas y no cuestan dinero. Te parecerá que son muy rudimentarias o de sentido común, pero no siempre las aplicamos con acierto. Así que, aunque tengas un ventilador, un enfriador por evaporación o incluso un aire acondicionado, prueba a hacer lo siguiente. Verás que la sensación de calor se reduce enseguida y aumenta positivamente tu bienestar:

  • Baja las persianas durante las horas de más sol y calor en el exterior
  • Sube las persianas y abre las ventanas cuando vaya cayendo la noche
  • Aumenta la cantidad de plantas que tienes en el hogar para enfriar el ambiente
  • Instala un toldo que proteja balcones, ventanas y terrazas a partir de mediodía
  • Enfría tu cuerpo naturalmente: con una ducha rápida o mojándote la nuca
  • Reduce la actividad física durante las horas de más calor
  • Come alimentos fríos, ensaladas y bebe mucha agua
  • Evita actividades del hogar que generan exceso de calor (encender el horno, planchar…)

Todo esto debería resultarte de gran ayuda para no añadir más temperatura al ambiente. Y tú, ¿qué trucos usas para reducir el calor en el hogar sin aire acondicionado? 

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