Si pensabas que tu terraza o jardín solo estaban hechos para la primavera y el verano estabas muy equivocado. Si bien es cierto que algunos días las temperaturas no acompañan, hay franjas durante el día en las que se puede seguir disfrutando un rato al aire libre, con un té entre las manos y el agradable sol invernal dándote en la cara. ¡Eso también es salud! Hay infinidad de lugares en el mundo en los que el frío aprieta más que aquí y, sin embargo, sus habitantes siguen disfrutando de las calles y las terrazas. Pero, ¿cómo lo hacen?

Si tienes terraza o jardín y crees que lo tienes absolutamente desaprovechado en otoño e invierno, estás en el lugar adecuado. Hoy vamos a enseñarte a sacarle mucho partido. Aquí no hay frío que valga: ¡vamos!

Terraza o jardín, ¿calefactables?

¡Pues claro! ¿Sabías que hay estufas de exteriores? Si vas a salir a menudo a tu terraza o jardín, puedes probar alguna de estas estufas. Las hay eléctricas, que funcionan a través de infrarrojos, pero también encontrarás aparatos de gas. Últimamente también se han puesto de moda las de pellets y puede que las de leña te saquen de un apuro, aunque en este caso deberás asegurarte de tener espacio para almacenar su combustible. La mayoría de estufas de exteriores pueden moverse fácilmente. Su precio dependerá de la potencia que elijas y necesites. Si echas un vistazo a esta sección de Amazon, seguramente encuentres ofertas interesantes. También puedes considerar la opción de incluir un calefactor, pero todo dependerá de lo que quieras gastar y de la energía que tengas previsto consumir. ¡Quizá puedas aprovechar las ofertas navideñas o de Black Friday!

¡A por las mantas!

¿Quién dijo miedo? Si bien es cierto que lo ideal es una solución calefactable potente (como una estufa exterior o un calefactor), nosotros no saldríamos a la terraza o jardín para disfrutar de un té sin una manta de las que abrigan. Son un regalo perfecto para la Navidad o para cualquier otro momento del año, pero pensando en esta época. ¿Las mejores? Está claro: nos decantamos por las de fabricación española, como las riojanas, mohair, maragatas o merinas. Su composición depende de la procedencia de la lana, pero te garantizamos que todas ellas ofrecen una sensación de calor incomparable. Especialmente si vas a salir fuera.

Tejido de abrigo y bolsas de agua caliente

Ponte calcetines térmicos o de lana (incluso dos) y sal a disfrutar. Es cierto que no hay nada peor que tener los pies fríos, porque luego cuesta mucho calentarlos. En cualquier tienda encontrarás bolsas de agua caliente o de semillas, que puedes calentar fácilmente en el microondas y poner debajo de la manta o bajo los pies. En cuanto tengas la ropa de abrigo, estarás prácticamente equipado para lo que venga.

Ten preparada la tetera y el hervidor. Gracias a este sencillo aparato podrás tener agua siempre caliente y disfrutar tanto de un café instantáneo como de un té sabroso en la terraza. Una bebida de estas características es fantástica para relajarte y disfrutar de la terraza en toda su plenitud.

Iluminación

Seguramente es uno de los últimos detalles en los que se repara, pero es importante. Ahora que viene el frío, las horas de luz van reduciéndose y es importante aprovechar los momentos de luz y sol que nos regala el día. Además, puedes emplear iluminación artificial para hacer tu terraza o jardín mucho más cálidos. Busca lámparas adecuadas para exteriores, que añadan calidez al espacio: puedes optar por una guirnalda de luces cálidas o, si prefieres ahorrar, elegir unas cuantas velas.

Flores y plantas

Fíjate en estas flores. ¿Son bonitas, verdad? Las dalias comienzan a florecer en otoño, pero no son las únicas. Si eres previsor, el próximo otoño puedes el jardín o la terraza más florecidos del lugar. Toma nota de todas estas plantas, que alcanzan su máximo esplendor en esta época del año: caléndula, alhelí, hortensia, margarita, girasol o pensamiento. Además, no se nos ocurre mejor forma de entrar en calor que arreglando y cuidando tu jardín para, a continuación, sentarte a relajarte, leer y tomar un café. Que no se te olvide seguir cuidando de estos espacios aunque llegue el frío: no hay nada que apetezca menos que salir a una terraza o jardín descuidados. Si consigues mantenerlos, ¡lucirán durante todo el año!