No solo te cambias de casa, sino que te trasladas de país. Si ya has hecho alguna vez una mudanza, sabrás que todo son quebraderos de cabeza. Imagínate pues, cómo se complica la cosa cuando hablamos de mudanzas internacionales. Desde FEDEM, la Federación Española de Mudanzas, ofrecen algunas pistas para realizar una mudanza internacional con éxito y sin perder los nervios. Lo más importante, para empezar, es decidir si el transporte se hará por tierra, por mar o por aire. La elección de uno u otro determinará el precio y el tiempo que habrá que invertir.

Mudanza por tierra: la más parecida a una mudanza nacional

Es la más parecida a la mudanza nacional (siempre que no se salga de la península, claro está). Pero en este caso es conveniente asegurarse de que se utilizan vehículos especializados para que no haya ningún problema de seguridad.

Mudanza por mar: todo en contenedores

Para llevar los enseres en barco es obligatorio contratar contenedores reglamentarios y trabajar con operadores marítimos. Existen distintos tipos de contenedores en función de la capacidad que se necesite. Los gastos portuarios se liquidan a la llegada, cuando la mudanza llega a su destino. Incluyen los costes generados en el puerto por cargar y descargar el contenedor, transportarlo y manipularlo.

Mudanza por aire: perfecta para trayectos largos

Es sin duda el método más rápido para trayectos largos, pero también el más caro. También en este caso hay que adaptarse a las medidas de un contenedor, los llamados AIR VAN, y es recomendable optimizar al máximo el embalaje y la colocación de los bultos en su interior.

A tener en cuenta: impuestos, aduanas y aranceles

Además del transporte, en las mudanzas internacionales hay que tener en cuenta los impuestos y aranceles que se pagan tras pasar la aduana. Las cantidades dependerán del tipo de productos que se hayan introducido en el país, y se pagan directamente al estado de llegada. Es conveniente informarse detalladamente en cada caso, ya que existen grandes diferencias en función del destino. Si la mudanza es para regresar al país de origen pueden existir algunas reducciones de estos impuestos.

Productos prohibidos y documentos detallados

Antes de empezar a empaquetar, hay que informarse de las restricciones internacionales que pueden afectar a los enseres que se quieren trasladar. Por ejemplo, existen diversas prohibiciones para el transporte de armas, bebidas alcohólicas, plantas o alimentos. Cambian en cada caso, así que hay que asegurarse en función del país al que se llega o de los que se atraviesan en la mudanza. Además, se debe realizar un listado detallado de todas las pertenencias enviadas y guardar a buen recaudo los permisos, recibos y comprobantes que se emiten en el proceso. El consejo fundamental, en cualquier caso, es enviar solo lo necesario.

Déjate ayudar: opta por profesionales especialistas

Tanto si se trata de una mudanza por tierra, como por mar o por aire, FEDEM recomienda realizarla con una empresa especializada. Son ellas las que garantizan un correcto embalaje y desembalaje de los enseres y las que ofrecen un asesoramiento concreto según las normas del país de destino. Hay que asegurarse de que la empresa contratada cuenta con la licencia y autorización de la administración de transporte tanto en el país de salida como en el de llegada.