¿Cuántas veces has pensado que deberías darle un cambio a tu vida? ¿Y cuántas veces, en confinamiento, has creído que este es el momento perfecto para hacerlo? Una de las experiencias más emocionantes que podemos regalarnos en la vida es cambiar de casa. Nuestra casa es nuestro templo, el corazón de nuestra vida. En ella laten nuestras vivencias, las personas que más queremos, aquello que recordaremos para siempre…

Estar bien en casa y tener el hogar que queremos es fundamental para vivir en armonía. Muchas personas se han dado cuenta de que su casa no tiene todo lo que necesitan, tanto ellos como sus familias, en este preciso momento, tras vivir ya más de 70 días en confinamiento. Y justo por esta razón hoy te queremos proponer viviendas perfectas para darle un cambio a tu vida. ¿Preparado para visitarlas?

Retirarse a la montaña

Te presentamos una maravillosa casa adosada con vistas, situada en el maravilloso entorno de Beders (La Cerdanya). Tras la pandemia, el teletrabajo se ha implantado de forma generalizada, mucho antes de que nos planteáramos dar el paso definitivo, en normalidad. De ahí que muchos hayan llegado a la conclusión de que no hace falta hacinarse en una gran ciudad para desempeñar el trabajo que quieren. La casa tiene cuatro habitaciones (una en suite, con terraza), dos baños, una cocina independiente, comedor, salón con chimenea, porche o bodega. También hay una piscina en la zona comunitaria.

En Granada, su Granada…

Probablemente haya pocas cosas que tengan tanto encanto como vivir en Granada. Este lujoso Carmen se encuentra en el corazón del Albaycín. Es una casa emblemática, de origen árabe, invadida por la paz y el silencio. Con el tiempo, la vivienda se ha reformado varias veces, pero lo cierto es que conserva todo el encanto: techos árabes del siglo XIII, pozo, zapatas… Tiene hasta una biblioteca con chimenea, situada en la planta baja, junto al jardín.

La calma de Begur

Viajemos ahora hasta la Costa Brava. Allí encontramos un pequeño apartamento en Begur, un lugar maravilloso para escapar. No hace falta que comprarse una gran mansión de lujo e hipotecarse de por vida. A veces quizá basta con dar por fin el paso de comprar esa segunda residencia con la que llevas soñando tanto tiempo. Apenas tiene 40 m2, pero es perfecto para las escapadas de fin de semana. La playa está a tan solo 500 metros.

Tu casa frente al mar

No importa que sea verano. No importa que sea invierno. El mar siempre luce en todo su esplendor. Vivir justo enfrente puede ser una experiencia absolutamente reconfortante. El cambio de vida que querías de verdad. La casa que te proponemos está en el municipio de l’Ampolla (Tarragona). Tiene 250 m2 distribuidos en dos plantas, con salón-comedor, cocina equipada, dormitorios, cuartos de baño y terraza cubierta. En la parte inferior de la casa, en el jardín, hay un bonita piscina.