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Expertos alertan de las consecuencias de las inclemencias meteorológicas en edificios

Los expertos advierten de que la adversa meteorología de las últimas semanas, que ha causado daños en grandes infraestructuras, puede ser el comienzo de «graves problemas» en viviendas, locales y oficinas y de «patologías estructurales».

Debido a las bajas temperaturas, al deshielo y a las lluvias, muchos edificios se pueden ver afectados por problemas de humedades, ya sean de tipo accidental – como goteras en cubierta debido al deshielo – o de tipo estructural – tanto por los contrastes térmicos entre exterior e interior como por el terreno saturado de agua que se filtra hacia muros y cimientos -.

Edificios afectados por los cambios meteorológicos

Así lo señala Miguel Ángel López, director general de Murprotec en España y Portugal, que advierte de que las bajas temperaturas traen consigo un fuerte contraste térmico entre el frío del exterior y el calor del interior, a lo que suele ir unido una deficiente o nula ventilación. Así, se produce la condensación, generada por un excesivo nivel de vapor de agua en el ambiente y que se evidencia por las gotas de agua en ventanas y espejos y la aparición de hongos y mohos en los marcos de las ventanas o en las esquinas.

Por otro lado, tras las intensas nevadas, con el deshielo y la cantidad de agua que se genera, así como con las lluvias, pueden aparecer humedades por capilaridad en plantas bajas o filtraciones laterales en sótanos, garajes o parkings.

Las humedades por capilaridad aparecen porque el terreno tiene que absorber mucha humedad y los muros de los edificios – que poseen una gran capacidad de absorción del agua subterránea – filtran el agua como si fuera una esponja. Y es, en esa fase, cuando los materiales en contacto con el agua subterránea y con la tierra húmeda dejan subir la humedad por sus paredes y capilares, provocando humedades que pueden llegar al metro y medio de altura.

Las humedades por filtraciones laterales suelen aparecer en los garajes, sótanos y plantas bajas. Aparecen cuando el agua presente al otro lado de un muro penetra dentro del edificio a través de la pared de forma lateral. Por ello, todas las estancias en contacto directo con la tierra sobre la que esté construida el edificio son muy sensibles a padecer este tipo de humedades.

La importancia de ventilar

«Este invierno estamos viviendo temporales y borrascas históricos que afectan gravemente a las edificaciones por lo que se debe poner remedio de forma profesional. Ahora más que nunca está en juego la salud y la estabilidad estructural de una edificación y hay que eliminarlas definitivamente», ha defendido López.

Para intentar minimizar los daños de estas patologías estructurales, el consejo de López es ventilar varias veces al día la estancia en el caso de la condensación, y retirar la nieve y el hielo de los muros y cubiertas cuanto antes para evitar que penetre el agua.

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