Por Noelia Pérez (iAhorro)
Muy pocas veces escuchamos hablar de hipotecas en primer grado o hipotecas en segundo grado. Pero existen diferencias entre unas y otras. Antes de entrar en detalle de las características de cada una de ellas debemos entender que, cuando hablamos de los grados de las hipotecas nos referimos a la prioridad y el orden en el que se devolverá, en caso de impago, la deuda contraída con el banco y si hay varias deudas sobre el mismo bien (en este caso, la vivienda hipotecada).
¿Qué es una hipoteca en primer grado?
Las hipotecas en primer grado son las más comunes, ya que son aquellas en las que el prestamista, en este caso la entidad financiera que concede la hipoteca, pone como prioritario el cobro de la deuda si existe un impago por parte del titular del préstamo.
Por ejemplo, explica el director de Hipotecas del comparador y asesor hipotecario iAhorro, Simone Colombelli, “si hay varias deudas sobre la vivienda hipotecada y esta se termina embargando porque el titular del préstamo no puede pagarlo, el dinero obtenido de la subasta de la vivienda se deberá utilizar para saldar, en primer lugar, las deudas de primer grado, es decir, a la entidad que concedió la hipoteca”.
De esta manera, agrega Colombelli, una hipoteca en primer grado actúa como un seguro de cobro para los bancos, que corren menos riesgos en caso de que el titular del préstamo no pague las cuotas a tiempo.
Asimismo, existen las hipotecas en primer grado con límite de cuantía o sin límite de cuantía. ¿En qué se diferencian? Como su propio nombre indica, en las hipotecas de primer grado sin límite de cuantía, la prioridad de cobro se aplica a la totalidad de la deuda, que suele ser lo habitual. Sin embargo, también cabe la posibilidad de que haya una hipoteca en primer grado con límite de cuantía, en la que solamente habrá que devolver con prioridad la cantidad seleccionada.
¿Qué es una hipoteca en segundo grado?
Al contrario que pasa con una hipoteca de primer grado, las hipotecas de segundo grado son todas aquellas que no tienen la prioridad en el cobro de la deuda en caso de impago por parte del titular. Normalmente las hipotecas en segundo grado son aquellas que se contratan ofreciendo como garantía un inmueble que ya tiene una hipoteca, por ejemplo, en las hipotecas para segunda residencia.
Eso sí, para que exista una hipoteca en segundo grado, es necesario que haya una en primer grado (la de la vivienda habitual), que será la que tenga prioridad de pago en caso de impago y de que se proceda a embargar la vivienda hipotecada.
También se pueden encontrar hipotecas en segundo grado cuando se pide una hipoteca de reunificación de deudas o como alternativa a un préstamo personal, aunque son las menos habituales.
¿Cómo puedes saber qué tipo de hipoteca tienes?
Que la hipoteca sea de primer o segundo grado es una característica importante a tener en cuenta a la hora de pedir un préstamo. En la mayoría de los casos, para saber qué tipo de hipoteca tienes, bastará con consultar el contrato firmado con el banco. No obstante, la mayoría de las entidades establecen, para cubrirse las espaldas, que la hipoteca firmada es de primer grado.
