Autor: Nerea Gastesi (iAhorro)
El euríbor sigue a la baja. De hecho, ha cerrado el mes de septiembre situándose en el 2,936%, el dato más bajo desde noviembre de 2022. Este descenso se ha dado en gran parte por la bajada de tipos que llevó a cabo el Banco Central Europeo (BCE) el pasado jueves 12 de septiembre.
“El euríbor está bajando más y más rápido de lo esperado estos meses. A partir del mes de julio hemos visto un claro punto de inflexión en la tendencia del índice de referencia, que ha cambiado su rumbo por completo. Es cierto que el año comenzó con una buena bajada respecto al último trimestre de 2023, pero durante los seis primeros meses de 2024 vivimos en un estancamiento que pensábamos que se alargaría un poco más”, señala Simone Colombelli, director de Hipotecas del comparador y asesor hipotecario iAhorro.
En este contexto son muchas las entidades que han mejorado las ofertas de sus hipotecas. “La caída del euríbor y de los tipos del BCE ha obligado a la banca a reducir mucho sus ofertas. En los últimos días hemos visto bajadas de entre 0,2 y 0,5 puntos porcentuales en los intereses de las hipotecas fijas, y ya se están acercando mucho al 2%”, matiza el portavoz de iAhorro.
Esto significa que si una persona cuenta con una hipoteca variable puede ser un buen momento para plantearse un cambio a una hipoteca fija y, de esta manera, pagar lo mismo durante toda la vida del préstamo. Para realizar ese cambio se puede realizar lo que se conoce como una subrogación por cambio de acreedor.
Una subrogación por cambio de acreedor consiste en que la hipoteca se traslada de banco y se mantiene en el mismo punto en el que lo dejó con el anterior. De esta manera, si a un usuario le quedaban 10 años de hipoteca por pagar en el nuevo banco se mantiene esa misma condición.
No obstante, la subrogación por cambio de acreedor no es posible en todos los casos. ¿A qué se debe? Existen entidades que no aceptan hipotecas que provengan de subrogaciones, o incluso puede ocurrir que nuestro perfil no se ajuste a los estándares del banco. En esos casos la persona interesada tendrá que buscar otro método para modificar su hipoteca.
La cancelación, otra forma de cambiar la hipoteca
Algunas entidades no aceptan hipotecas que provengan de subrogaciones, pero eso no significa que un propietario no pueda trasladar la hipoteca. Puede optar por lo que se conoce como cancelación de la hipoteca.
¿En qué consiste? Con la cancelación de la hipoteca el nuevo banco proporciona el dinero necesario para cancelar el préstamo vigente y abrir uno nuevo. En este caso la hipoteca del nuevo banco se abre desde cero, por lo tanto, será necesario pagar todos los costes que conlleva la apertura de un nuevo préstamo de estas características: comisión de apertura (si la hubiera) y la tasación.
La subrogación por cambio de acreedor suele tener menos costes, pero en caso de que el banco no nos acepte la hipoteca de esa manera la cancelación siempre es un adopción a tener en cuenta, sobre todo si la oferta que nos ha dado el banco es sumamente atractiva.
En definitiva, una subrogación por cambio de acreedor denegada no tiene que desanimar al usuario, puesto que siempre existen otras vías para conseguir la hipoteca que mejor se adapte a nuestras necesidades.