20minutos.es, EFE, 18 de febrero – Los edificios y las industrias acumulan el 50 % del consumo anual de energía en la UE. Además, de la energía utilizada en la calefacción y refrigeración casi el 75 % proviene de combustibles fósiles. En un intento de gastar menos energía y gastarla mejor, la Comisión Europea ha presentado un paquete de medidas energéticas, entre las que se incluye la primera estrategia para optimizar la calefacción y refrigeración de los edificios e industrias.
La Comisión pretende que este sector sea “más inteligente, más eficiente y sostenible”, para que así bajen el nivel de importaciones y dependencia energéticas y se reduzcan los costes y las emisiones de gases contaminantes. La CE quiere abordar este sector desde una forma más estratégica para mejorar la interdependencia de la UE respecto a proveedores externos. El objetivo es “diversificar las fuentes de suministro y potenciar la competitividad de la UE en el sector”.
La estrategia de la Comisión en calefacción y refrigeración tiene como piedras angulares facilitar la renovación de edificios, aumentar el uso de energías renovables, reutilizar la energía residual de las industrias e involucrar tanto a ciudadanos como empresas en el plan. Además, el plan del Ejecutivo conlleva la eliminación de los obstáculos a la descarbonización en edificios e industrias, ya que la UE quiere eliminar el uso del carbón como fuente de calor en 2050 mientras que se potencia el uso de la energía eólica, solar o geotermal.
Como medidas concretas, la CE aboga en su propuesta por la promoción de modelos probados de eficiencia energética para que se apliquen en escuelas y hospitales e incrementar el uso de energías renovables para mejorar la eficiencia energética de los edificios europeos, los cuales “son viejos”, según la Comisión.
Según la CE, la aplicación de esta propuesta beneficiará a todos los ciudadanos, quienes tendrán “mejores condiciones de vida, confort y salud, un medioambiente más sostenible y menos gastos energéticos”; y también crearía el doble de puestos de trabajo que los generados por las energías convencionales. Además, mediante este plan se podría reducir el gasto de energía anual en los hogares de 2.000 euros a 500 o de 1.500 a 300. El plan de la Comisión se refiere también a la ciudad de Gotemburgo (Suecia), donde el 90 % de los bloques de pisos reciben calefacción procedente de los residuos energéticos de la industria, como ejemplo a seguir para que se reutilicen los desechos industriales como fuente de energía para hogares.