El País, EFE Economía, 15 de enero – El paquete de pisos en alquiler para personas desahuciadas contará con unos 6.000 inmuebles. Bankia, con 1.000 viviendas, y Caixabank, con 850, serán las entidades financieras surgidas de las antiguas cajas de ahorro que más viviendas van a aportar a la constitución del fondo social de alquiler para personas desahuciadas, que contará con unos 6.000 inmuebles.
Según indicaron el pasado martes fuentes del sector financiero, Catalunyacaixabank contribuirá con 355 viviendas, Banco Mare Nostrum (BMN), entidad que integró a Caja Murcia, Caja Granada, Caixa Penedés y Sa Nostra, contará con 180 viviendas e Ibercaja Banco, con 150.
Ceiss, fruto de la fusión de Caja España Duero, constituirá su fondo con 100 viviendas, mientras que la resultante de la integración de las cajas vascas, Kutxabank, lo hará con 150 viviendas y Unicaja Banco con 98. Liberbank (Cajastur-CCM, Caja de Extremadura y Caja Cantabria) dotará 96 viviendas, Caja 3 (Caja Inmaculada, Caja Círculo de Burgos y Caja Badajoz) contará con 20, Caixa Ontinyent tendrá 14 y Caixa Pollensa un inmueble. El fondo que tiene previsto dotar NGC, entidad fruto de la fusión de las cajas gallegas, no ha trascendido.
Los ministerios de Economía, Fomento y Sanidad, el Banco de España, la FEMP, ONG y las entidades financieras firman el convenio que regula las características del fondo.
En total, las antiguas cajas de ahorro habilitarán 2.969 viviendas para el fondo social de vivienda y los bancos una cantidad similar. Hoy, jueves 17 de enero, los ministerios de Economía, Fomento y Sanidad, el Banco de España, la FEMP, ONG y las entidades financieras firman el convenio que regula las características del fondo de viviendas de alquiler para personas desahuciadas.
El funcionamiento del fondo, cuyas líneas básicas se pactaron en diciembre pasado, exige la colaboración entre las entidades financieras, el Gobierno, los servicios sociales municipales o provinciales y las ONG en la difusión de información sobre las viviendas disponibles y en su asignación entre los beneficiarios.
El fondo cuenta con alrededor de 6.000 viviendas de las entidades financieras de entre los inmuebles no cedidos a la Sareb, la sociedad que debe dar salida a los activos inmobiliarios tóxicos propiedad de la banca, conocida comúnmente como «banco malo». Cada entidad formará su propio fondo con un número inicial de viviendas que podrá ampliar posteriormente y las ofrecerá a sus clientes desalojados.