elconfidencial.es, E. Sanz, 17 de febrero – Ha sido una de las piedras en el camino desde que estalló la crisis inmobiliaria. La locura constructora del boom dejó tras de sí miles de viviendas desubicadas repartidas por toda la geografía española, mientras que la locura compradora provocó también que miles de ‘infraviviendas’, viviendas subestándar o subprime, experimentaran un crecimiento espectacular de precios. Muchas de ellas, nunca encontrarán salida en el mercado.
Bankinter cifra en 100.000 el número de «viviendas que no se podrán vender nunca salvo que se apliquen descuentos de derribo por su difícil ubicación», según recoge en su informe semestral del mercado inmobiliario en España, que el año pasado también apuntaba en esta dirección, que está en línea con lo que desde hace ya varios años algunos expertos del sector vienen anunciando.
Este informe cifra entre 650.000 y 700.000 viviendas el volumen total de viviendas sin vender, «si añadimos al stock oficial reconocido por el Ministerio de Fomento, el conjunto de viviendas adjudicadas que figura en el balance de las entidades financieras y de Sareb».
Un stock que, sin embargo, se ha reducido por quinto año consecutivo y que no será un impedimento para que se reactive la actividad constructora, que «ha sido prácticamente inexistente durante los dos últimos años debido a la debilidad de la demanda y al abundante stock de vivienda disponible», reza el informe.
Bankinter considera también que la recuperación inmobiliaria será un hecho a lo largo de 2015 y prevé un aumento de las ventas del 15 % debido a la mejora de las condiciones económicas y de acceso a la financiación, mientras que respecto a los precios, espera un incremento del 1,5 % a lo largo de este año y del 5 % para 2016.
Eso sí, «el punto de inflexión del mercado de la vivienda en España no implica que se vaya a producir una recuperación inmobiliaria muy rápida». Seguirán pesando una tasa de paro que se mantendrá por encima del 20 % y un fuerte descenso de la población, que ha reducido significativamente la demanda de vivienda en nuestro país. De ahí que todavía durante 2015 podrán comprarseviviendas con descuentos en los balances de las entidades financieras y en manos de Sareb.
Mejor invertir directamente en activos frente a cotizadas y socimis
Respecto al ladrillo como activo de inversión, Bankinter lo tiene claro. «El sector inmobiliario vuelve a presentar oportunidades de inversión. A la espera de que las compañías cotizadas completen su proceso de reestructuración y las socimis ofrezcan mayor visibilidad acerca de su cartera de activos y generación de ingresos, la mejor alternativa continúa siendo la inversión directa en activos inmobiliarios localizados en ubicaciones prime de las grandes ciudades, con un horizonte mínimo de inversión de 3 a 5 años».
De hecho, la entidad asegura que la tendencia a la baja de los precios está en su fase final, «por lo que el riesgo de minusvalías es menor». Además, «la rentabilidad bruta de la vivienda por alquiler se está recuperando y gana atractivo frente a otras alternativas de inversión que ofrecen rentabilidades cercanas al 0 % como los depósitos y la renta fija con elevada calidad crediticia», concluye.