Con la llegada del buen tiempo, primavera y verano mediante, toca hacer algunos cambios en casa. Uno de los que traen más cola, por pesados y tediosos, es el cambio de armario, para aquellos que todavía estén obligados a hacerlo. Este consiste, habitualmente, en juntar toda la ropa de invierno y guardarla para la siguiente temporada. Es una manera de liberar espacio en el armario principal, para tener más accesibles las prendas de verano.
Pero es que guardar la ropa de invierno tiene un plus de dificultad. Hay que almacenar prendas mucho más voluminosas como abrigos, suéteres y bufandas. Para ayudarte en esta tarea, desde habitaclia queremos proporcionarte una guía completa con consejos prácticos para guardar la ropa de invierno fácilmente y, lo que es más importante, mantenerla en buen estado hasta la próxima temporada.
1. Limpiar y preparar la ropa de invierno
Antes de almacenar cualquier prenda, es fundamental que todas estén limpias. La suciedad, el sudor y los restos de perfume pueden atraer insectos y causar daños en las telas mientras estén guardadas.
Lavado y secado de la ropa de invierno
Lava todas las prendas según las instrucciones de la etiqueta. Asegúrate de que estén completamente secas antes de guardarlas para evitar la formación de moho y malos olores. Los jerseys de lana, por ejemplo, deben lavarse con un detergente especial y secarse en plano para mantener su forma.
Haz los arreglos necesarios en la ropa de invierno
Inspecciona tu ropa en busca de daños, como botones sueltos, costuras descosidas o cremalleras que no funcionan. Haz las reparaciones necesarias antes de guardarla para evitar que los daños empeoren o para encontrarte sorpresas cuando desempaquetes de nuevo.
2. Elige contenedores adecuados para guardar la ropa de invierno
Elegir los contenedores adecuados para el almacenamiento es crucial para mantener la ropa de invierno protegida y en buen estado. Aquí tienes algunas opciones:
Bolsas para guardar ropa de invierno
Puedes usar bolsas de almacenamiento al vacío para reducir el volumen de ropa. Estas bolsas eliminan el aire y comprimen las prendas, lo que permite ahorrar mucho espacio. Además, protegen la ropa del polvo, la humedad y los insectos.
Cajas para guardar la ropa de invierno
Las cajas de plástico con tapa son ideales para almacenar ropa de invierno, ya que son resistentes y pueden proteger muy bien las prendas contra la humedad y los ácaros. Asegúrate de que las cajas tienen tapas que se ajustan bien y, si es posible, elige cajas transparentes para facilitar la identificación del contenido sin tener que abrirlas.
Contenedores de tela para almacenar ropa de invierno
Los contenedores de tela son una opción práctica y transpirable para almacenar ropa. Eso sí, debes tener en cuenta que si vas a almacenar la ropa en un espacio con visos de humedad, no serán suficientes para quedar bien protegidas. Así pues, es fundamental almacenar estos contenedores en un lugar seco y bien ventilado.
3. Técnicas de doblado y organización para la ropa de invierno
Para aumentar el espacio de almacenamiento en tu armario y conseguir que tu ropa envejezca en buen estado, es esencial utilizar las técnicas adecuadas para doblar y organizar la ropa.
Cómo doblar la ropa de invierno
- Jerséis gruesos o de lana. Dóblalos de manera que las costuras y los pliegues no queden marcados. Evita colgar prendas de lana, ya que pueden estirarse y deformarse.
- Pantalones y faldas. Dóblalos en tercios para minimizar las arrugas.
- Bufandas y guantes. Puedes enrollarlos o doblarlos en pequeños rectángulos para ahorrar espacio.
Organización de la ropa de invierno
- Prendas pesadas abajo. Coloca las prendas más pesadas, como abrigos y chaquetas, en la parte inferior de las cajas o contenedores.
- Prendas ligeras arriba. Coloca las prendas más ligeras, como bufandas y guantes, en la parte superior para evitar que se aplasten.
- Etiquetas. Etiqueta cada caja o bolsa con una lista detallada de su contenido para facilitar la búsqueda de prendas específicas si las necesitas antes de la próxima temporada.
4. Protege la ropa de invierno con un extra
Puedes hacer otras cosas para proteger un poco más tu ropa de invierno. Te recomendamos lo siguiente:
Usar bolsas de lavanda o cedro
La lavanda y el cedro son repelentes naturales de polillas. Coloca bolsitas de lavanda o bloques de cedro en tus cajas y contenedores de ropa para mantener alejados a los insectos. Asegúrate de reemplazarlos regularmente, ya que su efectividad disminuye con el tiempo.
Fundas de algodón para la ropa
Para abrigos y prendas delicadas, utiliza fundas de algodón que permitan la circulación del aire. Evita las fundas de plástico, ya que pueden atrapar la humedad y hacer que crezca el moho.
5. Almacenamiento en espacios reducidos
Si dispones de poco espacio, no te preocupes. Aunque tengas un dormitorio pequeño, hay maneras de colocar un armario. Y también hay varias estrategias para almacenar la ropa de invierno de manera eficiente.
Cómo aprovechar el espacio vertical en tu armario
Aprovecha el espacio vertical en tu armario o en otros espacios de almacenamiento. Puedes instalar estantes extra o utilizar organizadores colgantes para maximizar el espacio disponible.
Guardar la ropa de invierno debajo de la cama
El espacio bajo la cama es perfecto para guardar cajas o contenedores, si son planos. Utiliza cajas de almacenamiento específicamente diseñadas para caber bajo la cama (muchas llevan ruedas, para que sea fácil deslizarlas y abrirlas) y mantén tu ropa de invierno fuera de la vista, pero accesible.
Espacios menos convencionales para guardar la ropa de invierno
Piensa en espacios no convencionales como la parte superior de los armarios, maletas grandes que no uses regularmente, o incluso la parte trasera de los sofás. Si quedan apartados de la vista, seguramente sean buenas opciones para guardar la ropa.
6. Cómo cuidar y almacenar calzado y accesorios
No olvides que el calzado y los accesorios también necesitan cuidados especiales, especialmente si quieres mantenerlos en perfecto estado de revista para el año que viene.
Guardar el calzado de invierno
Limpia y seca completamente tus botas y zapatos de invierno antes de guardarlos. Rellena el interior con papel o utiliza hormas de zapatos para mantener su forma. Guarda el calzado en bolsas de tela transpirables o en cajas de zapatos individuales.
Accesorios
Guarda bufandas, guantes y gorros en bolsas de tela o en compartimentos separados dentro de los contenedores. Esto evitará que se enreden o se pierdan en el fondo de la caja.
7. Cómo controlar el clima y la humedad
El lugar donde almacenes la ropa de invierno debe estar limpio, seco y fresco. La humedad puede generar moho y malos olores, mientras que el calor excesivo puede dañar las fibras de las prendas.
Usa deshumidificadores
Si el lugar donde almacenas la ropa de invierno tiende a ser húmedo, usa deshumidificadores para mantener el ambiente seco. Los desecantes como el gel de sílice también pueden ayudar a absorber la humedad en cajas y contenedores cerrados.
Asegura una buena ventilación
Asegúrate de que el área de almacenamiento esté bien ventilada. Esto evitará la acumulación de humedad y mantendrá tus prendas frescas durante los meses que dure el almacenamiento.
8. Inspección periódicamente la ropa de invierno
No dejes tu ropa de invierno sin supervisión durante toda la temporada. Realiza inspecciones periódicas para asegurarte de que todo esté en buen estado, especialmente si has guardado la ropa en trasteros u otros espacios que no transites de manera habitual.
Revisión de prendas de invierno
Verifica que no haya signos de humedad, moho o insectos. Si detectas algún problema, saca las prendas afectadas, límpialas y seca la zona en la que has estado almacenando la ropa hasta ahora.
Airea la ropa
Cada pocos meses, airea tus prendas de invierno para evitar la acumulación de olores. Sácalas de sus contenedores y déjalas respirar en un lugar limpio y seco durante unas horas.