Podemos decir que las ventanas de aluminio son una elección muy habitual en los hogares. Especialmente en aquellos en los que se llevan a cabo reformas para ganar eficiencia energética. No en vano, es por los puentes térmicos por donde se escapa la mayor parte de energía en casa.
El aluminio paras las ventanas es una solución muy habitual porque es un material duradero, resistente a la corrosión y estéticamente moderno. Sin embargo, y como todo en una vivienda, hay que hacerle un mantenimiento más o menos regular. Así que es lógico que te preguntes cómo hay que limpiar las ventanas de aluminio, qué productos se pueden utilizar y de qué manera puedes garantizar que duren en el tiempo y lo hagan en perfectas condiciones.
Por qué es importante limpiar las ventanas de aluminio
Antes de adentrarnos en los consejos específicos de limpieza, es importante comprender por qué es fundamental mantener las ventanas de aluminio limpias. Al hacerlo, no solo mejorarás la apariencia de tu hogar, sino que también prolongarás la vida útil de las ventanas y su funcionamiento. Si limpias las ventanas, está claro que brindarás a tu hogar un aspecto más agradable y bonito. Hazlo tanto desde el interior como del exterior, siempre que te sea posible y pueda garantizarse la seguridad.
Además, si limpias a menudo las ventanas de aluminio prolongarás su vida útil. Y es que, aunque el aluminio es un material resistente, la suciedad puede acelerar su desgaste. Además, estarás evitando que se acumule el polvo y la suciedad que a menudo hacen que las ventanas no cierren o no sellen correctamente para evitar la entrada de aire frío en invierno y calor en verano.
Entonces, ¿cómo podemos limpiar las ventanas de aluminio para que brillen?
1. Materiales necesarios para limpiar ventanas de aluminio
Antes de comenzar la limpieza de tus ventanas de aluminio o los cerramientos de tu terraza, es esencial contar con los materiales y productos necesarios. Esto te ahorrará tiempo y asegurará que puedas llevar a cabo el trabajo de manera eficiente. Asegúrate de tener lo siguiente:
- Un cubo con agua tibia
- Detergente neutro o líquido para lavar platos
- Un paño suave o esponja no abrasiva
- Un cepillo o pala de limpieza (opcional, para eliminar residuos difíciles)
- Una manguera de jardín o cubo extra con agua limpia
- Papel de periódico o un paño limpio y sin pelusa para el secado
2. Primero, limpia el polvo de las ventanas de aluminio y la suciedad superficial
El primer paso en la limpieza de ventanas de aluminio es eliminar el polvo y la suciedad superficial. Puedes hacerlo usando un paño suave o una esponja empapada en agua tibia con unas gotas de detergente. Limpia suavemente la superficie de la ventana, prestando especial atención a las áreas más sucias.
Evita utilizar esponjas o cepillos abrasivos que puedan rayar el aluminio. Presta especial atención a los carriles de las ventanas, que es donde suele acumularse más suciedad: debes saber que hay cepillos especialmente diseñados para carriles de ventanas. También puedes aspirar la suciedad, si el polvo está seco, y luego pasar con un pincel. Te recomendamos emplear una mezcla de agua y vinagre, que son productos naturales para limpiar sin tóxicos, y luego secar con papel o con un paño seco.
3. Elimina residuos difíciles de las ventanas de aluminio
Si tus ventanas de aluminio tienen manchas o residuos más difíciles, como por ejemplo excrementos de paloma, pegamento o restos de cinta adhesiva, puedes recurrir a un cepillo o pala de limpieza. Desliza la pala suavemente sobre la superficie en un ángulo bajo, teniendo cuidado de no rayar el vidrio. Esta técnica es eficaz para eliminar residuos sin dañar el aluminio, pero sobre todo, asegúrate de contar con el instrumento adecuado.
4. Limpiar las ventanas de aluminio con jabón suave
Después de eliminar el polvo y los residuos difíciles, es hora de limpiar las ventanas de aluminio con una solución de agua y detergente suave. Llena un cubo con agua tibia (te ayudará más que el agua fría) y añade unas gotas de jabón tipo Fairy, aunque también puedes usar soluciones y trucos de para limpiar tu casa de manera ecológica.
Mezcla bien para crear una solución jabonosa. Sumerge la esponja o el paño suave en la solución y limpia la superficie de las ventanas con movimientos suaves y circulares. Asegúrate de cubrir toda la superficie, incluyendo los marcos y los bordes. La solución jabonosa te ayudará a eliminar la grasa, la suciedad y cualquier otro residuo.
5. Enjuaga y seca con cuidado las ventanas de aluminio
En cuanto las ventanas de aluminio estén bien enjabonadas, tendrás que enjuagarlas bien para eliminar cualquier residuo de jabón. Puedes hacerlo utilizando una manguera de jardín (si estás en una planta baja, en el jardín o el patio, desde fura) o un cubo de agua limpia, si estás dentro o en plantas superiores. Asegúrate de que no queden restos de detergente en la superficie, ya que esto podría dejar marcas o residuos.
Y ahora un último truco: seca las ventanas de aluminio con papel de periódico o un paño limpio y sin pelusa. Esto ayudará a prevenir las marcas de agua y dejará las ventanas con un brillo impecable.
Haz un mantenimiento regular de las ventanas de aluminio
Una vez que hayas limpiado tus ventanas de aluminio, es importante mantener una rutina de limpieza para evitar que la suciedad se acumule de nuevo. Bastará con que cada dos o tres meses te dediques a ello, aunque la frecuencia dependerá del lugar en el que vivas y de las condiciones ambientales del mismo.