El reciclaje se ha convertido en el pan nuestro de cada día. Y lo cierto es que no resulta fácil. No porque nos parezca complicado separar los residuos, sino porque a menudo los cubos ocupan demasiado espacio. No caben en la cocina y hay que habilitar espacios fuera de ella, en galerías, balcones y otras estancias. Algo que resulta, ante todo, poco práctico. Y por supuesto, nada estético.
Para ayudarte en la tarea de reciclar y conseguir que tanto cubos como residuos queden ordenados en tu casa, aquí tienes cinco ideas prácticas que puedes aplicar en tu casa desde ya.
1. Cubos de reciclaje con rieles en el armario
Es una idea súper práctica, que te vendrá fenomenal si tienes espacio en tus armarios y tienes la oportunidad de dejar de usar uno de ellos. Los cubos con rieles son una opción estupenda para concentrar buena parte del reciclaje en un mismo espacio. Para usarlos tan solo tendrás que tirar de ellos y levantar la tapa. Pueden resultar un poco más complicados de limpiar, pero basta con extraerlos para que puedas aplicar una buena desinfección. Antes de elegir la opción más adecuada es conveniente que tomes bien las medidas, no vaya a ser que luego tengas problemas con la instalación.
2. Cubos apilables para ganar espacio
Ante la falta de espacio, los cubos apilables pueden convertirse en tus mejores aliados. Para instalar tu solución de reciclaje tan solo necesitarás un pequeño espacio en la cocina, porque todos los cubos (los que necesites) podrán ir apilados en una misma torre. Si tienes más espacio, incluso puedes crear dos. La contenedores apilables tienen una boca en la parte frontal, para que sea fácil tirar los residuos y, luego, retirar las bolsas para sacarlas fuera.
3. Contenedores de pared: una solución vertical
Del mismo modo que existen jardines verticales, se pueden instalar sistemas para recoger los residuos en la pared.
Aunque puede que a muchos no les parezcan estéticos, son puramente funcionales y pueden contribuir enormemente a economizar en espacio.
Este tipo de contenedores presentan diferencias de colores y se instalan como buzones, de modo que solo hay que tirar de la tapa para depositar los residuos.
Tienen la desventaja de ser pequeños, así que la capacidad no es muy grande. Te vendrán bien si vives solo, en pareja o si generáis pocos residuos porque pasáis poco tiempo en casa.
4. Reciclaje móvil: con los residuos a otra parte
Tener un cubo de basura en la cocina y tenerlo a mano es clave mientras estás cocinando o cuando recoges los platos. Si no tienes demasiado espacio, tal vez te venga bien un cubo de reciclaje con ruedas.
También es una solución interesante si generas pocos residuos o si sacas la basura a menudo, porque lo cierto es que mucha capacidad, no tienen.
Muchos modelos están divididos en dos o tres apartados, para que puedas reciclar como es debido. Cuando termines de usarlo, podrás retirar el cubo a la galería, a la terraza, el balcón u otro espacio en el que no moleste.
5. El cubo para los residuos orgánicos: una solución colgante
Aunque es el más pequeño, el cubo de los residuos orgánicos es el que más problemas suele dar. Especialmente en verano. Si no lo sacas todos los días, el calor puede llegar a estropear la bolsa y provocar verdaderos desastres en la cocina o en la escalera de vecinos. Te suena, ¿verdad? Una solución colgante te resultará muy útil. Tendrás el cubo siempre a mano cuando lo necesitas (que es durante el cocinado) y por fin podrás ponerte en serio a reciclar los residuos orgánicos. Verás que práctico.