Disfrutar es una de nuestras máximas veraniegas y si pudiéramos elegir una de las tantas maneras de hacerlo esta sería, sin duda, la de darse un baño refrescante. Habitualmente lo hacemos en el mar o en la piscina, pero sabías que también existe la posibilidad de hacerlo en un marco natural incomparable. Si no tienes una vivienda con piscina o no has podido hacerte todavía con una casa en la playa, debes saber que hay otras opciones. ¿Conoces las piscinas naturales? En España puedes encontrar muchas, que además te permiten sumergirte naturaleza pura. ¿Quieres descubrir algunas?
Chorreras de Cabriel (Cuenca)
Situado en Cuenca, Enguídanos es el pueblo donde empieza la ruta para llegar a este paraíso escondido. Naturaleza en estado puro para disfrutar de una excursión única y de un agua cristalina de lo más relajarte en pleno verano.
Salto de Bierge (Huesca)
El Salto de Bierge es una de las piscinas naturales por excelencia de Aragón. Situado en la comarca del Somontano, con más de 400 m2 de superficie es un entorno perfecto para huir del calor y sumergirse en la belleza de la Sierra de Guara.
Garganta de los infiernos (Cáceres)
El Valle del Jerte, en Cáceres, es el entorno en el que se encuentran estas piscinas naturales. Los Pilones, como así se llaman, se encuentran en el Parque Natural de la Garganta de los Infiernos y son el lugar clave para vivir el verano extremeño lejos del calor.
El Caletón (Tenerife)
Las piscinas naturales de El Caletón, en Tenerife, nacieron a causa de una erupción volcánica a comienzos del siglo XVIII. En la actualidad son un gran atractivo turístico, un espacio que disfrutan a partes iguales tinerfeños y visitantes a la isla.
El chorro de Navafría (Segovia)
En plena Sierra de Guadarrama se encuentra esta piscina natural, en el parque natural y recreativo “El Chorro”. Un paisaje idílico y un espacio único para huir del calor madrileño en pleno verano con los más pequeños de la casa.
La Foradada (Barcelona)
Otra de las piscinas naturales imprescindibles para el verano se encuentra en Cantonigrós, en la comarca de Osona. Este lugar es un espacio mágico gracias a su cascada y el gran agujero que tiene la roca que la delimita y que es el que le da nombre.
Pou Clar (Valencia)
Esta piscina natural se encuentra en Ontinyent, en Valencia. Aunque la playa sea el principal atractivo del territorio valenciano, paisajes como el de Pou Clar merecen la pena. Este sitio es perfecto para cambiar por un día el agua del mar.
Pozas da Moura (Galicia)
Por último, no podía faltar esta representante de las increíbles pozas gallegas, plagadas de cascadas y rodeadas de exuberante naturaleza. Es posible hacer una excursión por el Monte Domaio y terminar con un chapuzón en una piscina tan natural como fresca.