La fianza es una cantidad económica que todos los inquilinos que quieran alquilar vivienda en España están obligados a pagar al propietario. Es un importe que se abona con el objetivo de garantizar posibles impagos de la vivienda, pero también puede servir para cubrir desperfectos que se hayan originado en el inmueble y sean responsabilidad directa del inquilino. Esta cantidad suele devolverse sin problemas al finalizar el contrato de alquiler si se comprueba que la vivienda se encuentra en buen estado y si el inquilino está al corriente de todos los pagos.

No obstante, puede suceder que el propietario de la vivienda no devuelva la fianza del alquiler. ¿Qué sucede en estos casos? En este artículo veremos en qué casos el propietario puede quedarse con la fianza, en qué otros está obligado a devolverla y, por supuesto, de qué manera deben proceder los inquilinos y cómo pueden reclamar la devolución del importe adeudado.

Cuándo está en su derecho el casero de no devolver la fianza

Es cierto que el casero puede llegar a quedarse con la fianza del alquiler, pero solo debe ser así en algunos casos muy concretos, como por ejemplo:

• Si hay desperfectos en el piso que ha ocasionado el inquilino y que no se ha molestado en reparar
• Si el inquilino ha decidido dar por finalizado el contrato antes de lo que marca la ley (seis meses o sin avisar con un mes de antelación)
• Si el inquilino no ha abonado alguna de las cuotas (suele pasar con la última)

Si se da alguna de estas situaciones, el propietario estará en su perfecto derecho de usar una parte o toda la fianza para saldar las deudas o como compensación si se abandona la vivienda.

¿Cuándo está obligado el casero devolver la fianza del alquiler?

Si no se da ninguno de los casos mencionados y el inquilino ha cumplido con sus obligaciones, el artículo 36 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) dicta que el casero tendrá 30 días naturales desde la devolución de las llaves para retornar al inquilino el importe íntegro de la fianza.

Pasos a seguir para exigir al casero la devolución de la fianza

Si el casero está convencido de que no tiene que devolvernos la fianza y no piensa hacerlo, tendremos que tomar medidas legales. Lo ideal es que, antes de llegar a mayores, podamos solicitar la devolución de forma amistosa al propietario. Otra opción, si hemos alquilado a través de una agencia, es pedirle a la inmobiliaria que realice la mediación. Si tampoco conseguimos nada, lo recomendable es lo siguiente:

• Enviar un burofax al propietario exponiendo la situación y solicitando la devolución de la fianza. Se puede reclamar el importe de la fianza, pero también los intereses de demora.
• Si el propietario no hace caso, habrá que recurrir a la vía judicial presentando una demanda con todas las pruebas disponibles ante el juzgado que corresponda.
• En caso que el importe sea inferior a 2.000 euros, no será necesario contar con un abogado o procurador. Si es superior a 6.000 euros, habrá que ir a un juicio ordinario.

No obstante, aunque sean importes bajos, siempre es recomendable contar con asesoramiento legal. 

¿Cómo acreditar que tenemos derecho a la devolución de la fianza?

Es muy importante que reunamos distintos documentos que nos ayuden a demostrar que tenemos derecho a la devolución de la fianza. Así pues, conviene contar con toda la documentación contractual y aquella que demuestre la cantidad de la fianza aportada. También es muy importante que realicemos fotos y vídeos del estado de la vivienda en el momento de entrar y en el de salir, con el propósito de dejar gráficamente documentado el estado de la vivienda y poder rebatir al propietario, si por la razón que sea indica que hemos dejado el inmueble en mal estado.