Quizá no te plantees nunca la importancia que tiene la altura de la encimera de la cocina hasta que no te pones manos a la obra con una reforma. Las cocinas de antaño hoy nos parecen demasiado bajitas y no deja de sorprendernos que nuestras abuelas pudieran cocinar cómodamente en ellas. Hoy las cocinas son más altas y esto responde a las nuevas funcionalidades, pero también a una manera de ajustarse mejor a las estaturas y necesidades de las personas.

La encimera es una parte fundamental de la cocina, porque es en esta donde se llevan a cabo la mayor parte de tareas a la hora de preparar la comida. Por lo tanto, lo que solemos pedirle, por un lado, es esté fabricada con un material resistente y duradero y, por el otro, que nos resulte cómoda para trabajar. Es una buena manera de evitar dolores de espalda y otras dolencias asociadas a las malas posturas, especialmente si somos cocineros habituales.

Si estás pensando en reformar tu cocina y quieres mejorar tu encimera, tal vez te interese saber qué medidas son las más adecuadas según tu altura, características físicas y necesidades. Evitarás errores y ganarás en practicidad.

Cambiar la encimera de la cocina, ¿qué altura es mejor?

Si vas a rehacer el diseño de tu cocina, este es un buen momento para replantearte la altura de la encimera. Y es que no todas tienen unas características estándar. Tu elección debe ceñirse a las necesidades personales o familiares y, por supuesto, a las características físicas de los individuos que más cocinen en casa.

Es cierto que existe un tamaño de encimera estándar, que es de 90 centímetros. Este tamaño se ajusta a la altura media de las personas (entre 160 y 175 centímetros) y al tamaño de la mayor parte de electrodomésticos (lavavajillas, lavadoras, frigoríficos, hornos, etcétera).

Sin embargo, hay determinadas circunstancias que hacen muy incómodas las encimeras de 90 centímetros. Por ejemplo, a las personas que van en silla de ruedas o las que miden entre 140 y 150 centímetros les irá muy bien una encimera que tenga entre 76 y 82 centímetros de altura, pero no más.

En cambio, las personas que midan entre 175 y 186 centímetros cocinarán mejor con una encimera que mida entre 94 y 10 centímetros de alto. La adaptación es todavía más exigente para las personas que son muy altas y están sobre los 198 centímetros o más: sus encimeras deberían tener una altura de entre 106 y 112 centímetros.

La profundidad de las encimeras: otro aspecto a valorar

Hay otra cuestión importante que conviene valorar en el momento de hacer la reforma integral de una cocina. Además de la altura de las encimeras, hay que tener en cuenta la profundidad. Durante muchos años, las encimeras lineales han tenido un fondo de 60 centímetros, pero ahora muchos fabricantes han optado por hacerlas más profundas, hasta 70 centímetros. En algunos casos, especialmente en islas y penínsulas, la profundidad puede alcanzar los 90 centímetros.

Este aspecto es muy importante porque las personas más bajitas o aquellas que tengan que adaptar necesariamente su vivienda porque tienen una discapacidad pueden experimentar dificultades para llegar hasta el fondo de la encimera. Por tanto, en estos casos sigue siendo recomendable optar por una profundidad de 60 centímetros. Es una buena manera de asegurarse de que se alcanzan los productos y utensilios y de que no se produce ningún incidente.

Por otra parte, y del mismo modo que adaptamos las encimeras, conviene repensar de cero la instalación eléctrica y la ubicación de los electrodomésticos, garantizando que la altura sea la más idónea y cómoda.

Niños y niñas en la cocina: ¿cómo adaptarnos a su altura?

De un tiempo a esta parte, nos gusta que los niños y niñas participen activamente en algunas tareas de la casa. Forma parte de su aprendizaje. Sin embargo, la cocina sigue siendo un área un tanto delicada, por los peligros que en ella coexisten (quemaduras, cortes, resbalones…). Adaptar la cocina para un niño es una idea de muy corto recorrido, en la medida que se trataría de una adaptación puntual, porque los pequeños van a crecer y este tipo de obras tienen un coste muy elevado.

Como se ha hecho siempre, la solución más práctica es optar por mobiliario que ayude a los peques a salvar la altura de la encimera o de la mesa. Existen taburetes adaptados para usar desde los tres años, que pueden usarse hasta en la etapa adulta. También hay alzas y escalones muy económicos, con los que conseguiremos que los más pequeños de la casa fácilmente puedan participar en la elaboración de platos, aunque siempre con supervisión.