Solicitar una hipoteca es uno de los pasos necesarios para todas aquellas personas que quieren comprar una casa y no disponen del dinero suficiente para adquirirla sin la ayuda de financiación. Sin embargo, obtenerla no siempre es posible, ya que las entidades bancarias evalúan exhaustivamente la situación laboral y financiera de los solicitantes, para asegurarse de que podrán hacer frente al pago de las cuotas sin problemas. Descubrimos qué deudas debes evitar para que el banco te conceda una hipoteca y puedas disfrutar de tu nueva casa cuanto antes.
Tipos de deudas que pueden hacer que un banco no apruebe una hipoteca
Los bancos no solo revisan los ingresos y la estabilidad laboral de sus clientes a la hora de concederles una hipoteca, sino que también analizan su historial crediticio, donde se incluyen las deudas pendientes. Dos de las principales fuentes consultadas son los registros de morosos como CIRBE y ASNEF, que sirven como bases de datos de impagos y en las que la presencia de deudas puede ser un obstáculo para conseguir una hipoteca.
Pero hay otro tipo de deudas que pueden parecer menos significativas que aunque quizás no tengan el mismo impacto también pueden impedir que el banco nos conceda una hipoteca. Echamos un vistazo a todas ellas.
Deudas en ficheros de morosidad como CIRBE y/o ASNEF
CIRBE (Centro de Información de Riesgos del Banco de España) y ASNEF (Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito) son bases de datos en las que aparece todo tipo de información sobre impagos y deudas pendientes, lo que sirve como referencia para los bancos a la hora de evaluar el riesgo crediticio de un determinado cliente. Por ello, es importante estar al día de todas nuestras deudas y evitar posibles complicaciones al pedir una hipoteca.
Las deudas registradas en estos ficheros suelen incluir impagos con tarjetas de crédito, préstamos personales, microcréditos, o líneas de financiación, aunque también pueden constar impagos de servicios básicos como el agua, la tarifa de la luz, el gas o la telefonía móvil (en este caso sólo en ASNEF). Cualquier persona que tenga una deuda superior a 1.000 euros con una entidad financiera puede aparecer en dicho fichero.
Deudas con la administración pública
Tener deudas con Hacienda o la Seguridad Social también puede ser un obstáculo importante a la hora de solicitar una hipoteca. Si bien no siempre quien las tenga aparecerá en los ya mencionados ficheros de morosidad, los bancos suelen solicitar un certificado de estar al corriente con las obligaciones fiscales de la administración pública. No estar al día en estos pagos puede conllevar el rechazo de tu solicitud.
Deudas con las empresas de suministros
Aunque las facturas de suministros suelen parecer menos importantes, los impagos en este ámbito pueden llevar a aparecer en listas como ASNEF, lo que de nuevo nos afectará negativamente si queremos solicitar una hipoteca. Normalmente, un impago de más de 50 euros puede ser registrado en esta lista, siempre que la empresa acreedora haya notificado previamente al cliente.
Deudas con la comunidad de propietarios
El impago de las cuotas de la comunidad de propietarios no solo puede generar problemas legales y entre vecinos, sino que también afecta la solicitud de una hipoteca. Según la Ley de Propiedad Horizontal, estos impagos pueden conllevar acciones legales, cuyo registro puede ser consultado por cualquier entidad financiera. La deuda se considera significativa a partir de una sola cuota impagada, independientemente de su importe.
Deudas por multas de tráfico o sanciones administrativas
Aunque son menos comunes y tienen menos peso que otro tipo de deudas, las multas de tráfico y las sanciones administrativas también pueden aparecer en los ficheros de morosidad si no se pagan dentro del plazo establecido. Los importes también suelen variar, pero un impago superior a 100 euros ya puede ser registrado.
Deudas por impagos de alquileres o fianzas
Las deudas con arrendadores, ya sea por impago de la cuota del alquiler o por conflictos relacionados con la devolución de la fianza, también pueden terminar registrándose en estos ficheros o incluso desencadenar en demandas legales. Se consideran deudas a partir de un único mes de alquiler impagado o no devuelto de fianza.
Cómo evitar que las deudas afecten a tu hipoteca
Si estás planeando solicitar una hipoteca, es fundamental tomar ciertas medidas para garantizar que tus posibles deudas pendientes no se conviertan en un obstáculo. Por ello te recomendamos que:
- Revises tu historial crediticio. Solicita un informe en ASNEF para identificar posibles registros deudas.
- Liquides las deudas pendientes. Antes de iniciar el proceso de solicitud de la hipoteca, salda todas las deudas que puedas, empezando por las más pequeñas, como las facturas de suministros o cuotas de la comunidad de propietarios.
- Justifiques deudas puntuales. Si las deudas han sido ocasionales y ya están resueltas, aporta documentación que respalde tu nueva situación de estabilidad financiera.
- Negocies con los acreedores. Si tienes deudas pendientes puedes intentar negociar plazos de pago para regularizar tu situación.