Autor: Aquí Tu Reforma

De todas las partes que conforman un inmueble, la fachada es, sin lugar a dudas, uno de los elementos que más se deteriora, ya no solo por el paso del tiempo, sino por el hecho de estar expuesto constantemente al exterior. Es fundamental darle el mantenimiento adecuado y, en el caso de que fuera necesario, llevar a cabo las obras de rehabilitación pertinentes para evitar problemas mayores. 

Desde fuera puede parecer algo complejo, y por eso, sumado a su coste, los particulares y comunidades de propietarios acostumbran a retrasar las obras de mantenimiento más de lo que deberían. Esto es algo que debemos evitar, pues tener la fachada a punto va más allá de un aspecto bonito, ya que permite mejorar la calidad de vida de sus habitantes, así como dotarles de mayor seguridad y aumentar la eficiencia energética del inmueble. Del mismo modo, la propia Ley de Propiedad Horizontal recoge en su artículo 10.1ª la responsabilidad de la comunidad de propietarios para velar por el mantenimiento del edificio , obligándoles a llevar a cabo las obras necesarias para la adecuada conservación, seguridad y habitabilidad de los inmuebles, vengan impuestos o no por las Administraciones públicas. 

En el siguiente artículo te queremos explicar, en detalle, los principales beneficios de la rehabilitación de fachadas, así como consejos que pueden ser de gran ayuda.

¿Qué debo saber antes de rehabilitar mi fachada?

El primer paso a la hora de rehabilitar una fachada es conocer el canal de coordinación. En el caso concreto de las obras en comunidades de vecinos, será necesario contar con la aprobación de la mayoría de estos. Dicha propuesta y posterior votación se llevará a cabo en una junta extraordinaria, afecte únicamente a la vivienda propia o una parte mayor de la fachada. 

Existen excepciones y casos concretos en los que, si los estatutos de la comunidad así lo contemplan, se deberán seguir aquellas condiciones específicas marcadas en relación a acabados, mantenimiento de la uniformidad de la fachada o la posibilidad o no de hacer cerramientos, entre otros. 

En última instancia, si la reforma afecta a la estética final de la fachada será necesario pedir una autorización. Se deberá comunicar, por lo tanto, por escrito a la comunidad el inicio de las obras conforme, así como pedir acuse de recibo de la comunicación para que conste en acta. 

A la hora de ver qué tipo de obra se adapta mejor a nuestras necesidades, lo primordial es contar con el asesoramiento de un profesional del sector. Un arquitecto, por ejemplo, que pueda realizar un estudio y explicarnos en detalle las demandas del edificio y los pasos a seguir para conseguir los objetivos marcados. 

¿Qué ventajas me puede aportar la rehabilitación de mi fachada?

Como ya hemos mencionado, existen diferentes motivos por los que un propietario puede decantarse por rehabilitar su fachada. El principal es una cuestión estética y/o de seguridad. Es decir, cuando la fachada de un edificio o casa está deteriorada, no solo tiene peor aspecto, sino que pone en riesgo a las personas o vecinos que puedan estar caminando frente a ella por posibles desprendimientos,  y es que, según los datos que recoge el informe realizado para la proptech Sensedi por el Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros dela Edificación de Barcelona, cada día se producen en España dos accidentes relacionados con el desprendimiento de fachadas o cornisas. 

Otros aspectos que también se tienen en cuenta es la posibilidad de aumentar el valor de la propiedad o revalorizar la vivienda, pues cualquier tipo de inversión y/o reforma suele ir de la mano con una revalorización del inmueble en caso de venta o alquiler. Un reciente estudio realizado por Gesvalt y Casavo señala que una rehabilitación integral de una vivienda permite incrementar el valor de una vivienda hasta un 35% en Madrid, y un 42% en el caso de Barcelona, mientras que el caso de reformas parciales oscila entre el 16% y el 19%.

Sin embargo, son ahora cada vez más las personas que optan por hacer este tipo de inversiones por un motivo muy diferente: la eficiencia energética. 

En España, el parque de viviendas está muy envejecido, superando los 40 años de media a nivel nacional y los 60 en algunas ciudades como Barcelona, según diversos organismos. Con edificios tan antiguos, las emisiones son mucho mayores y las facturas por el uso de energía más elevadas para los propietarios e inquilinos, al no estar correctamente aisladas sus viviendas. 

Para revertir esta situación, España cuenta con el conocido como Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE), el cual, mediante el revestimiento de las fachadas con planchas aislantes y la aplicación de un enfoscado protector y decorativo, permite reducir hasta un 40% el coste energético de una vivienda, que además benefician el medio ambiente, así como el acústico en un 27%. 

¿Puedo subvencionar la rehabilitación de mi fachada?

Sí. Con el objetivo de mejorar la eficiencia energética de los hogares españoles, el Gobierno, de la mano de la Unión Europea, facilita una serie de ayudas para todas aquellas personas que invierten en este aspecto y mejoran la categoría energética de sus respectivas viviendas. 

La cuantía a recibir dependerá de varios factores, pero el más determinante es el nivel de mejora energética que se lleve a cabo. El mínimo estipulado es una mejora del 30%, o que el edificio alcance una letra A o B, es decir, las más altas de la tabla. Como mencionábamos, a la hora de planificar una obra, el mejor consejo para informarnos sobre ayudas y procesos de solicitud es contactar con los agentes rehabilitadores obligatorios, así como con profesionales de las reformas, que cuentan con departamentos especializados en el tema, como es el caso de Aquí tu Reforma.

En un momento como el actual, de emergencia climática y en el que la sociedad es cada vez más consciente de su consumo e impacto medioambiental, la eficiencia energética está a la orden del día, y con ello la rehabilitación de fachadas, pues la existencia de edificios saludables es inconcebible sin una buena fachada, motivo por el cual su cuidado y rehabilitación, en el caso de ser necesario, es tan importante.