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5 ideas geniales para repartir espacios en un piso compartido

Compartir un piso con otras personas puede ser una experiencia de lo más apasionante, pero la mayoría de veces entraña bastante complejidad. ¿La razón? Donde hay personas, también hay problemas. Y a la hora de compartir un piso y tener una buena convivencia es fundamental hacer caso de los consejos que otros con más experiencia puedan proporcionarte.

Uno de los problemas más importantes llega a la hora de repartir y organizar los espacios comunes. En este sentido es primordial que penséis en una distribución justa y eficiente de los espacios, con el objetivo de evitar conflictos y garantizar una convivencia armoniosa. Vamos a descubrirte hasta cinco ideas geniales para repartir espacios en un piso compartido. 

5 ideas geniales para repartir espacios en un piso compartido

1. Asignar espacios personales en zonas comunes

En un piso compartido es importante que cada persona tenga su propio espacio personal en las zonas comunes. Nos referimos, por ejemplo, a asignar un estante en la despensa o en el frigorífico para cada compañero de piso, un cajón en el baño para los productos personales o incluso un espacio en la sala de estar para libros, revistas u otros objetos propios.

Asignar estos espacios ayuda a evitar confusiones y os asegurará que todos tengan un lugar designado para sus pertenencias. Además, esto reduce la posibilidad de que las cosas se mezclen o se pierdan, lo que puede ser, sin duda alguna, una fuente de conflictos añadida. Puedes marcar los espacios asignados con etiquetas o utilizar organizadores de diferentes colores para que sea fácil identificar qué pertenece a quién.

2. Dividir el espacio de almacenamiento de manera equitativa

El espacio de almacenamiento, como armarios, estantes y armarios, puede ser un bien escaso en un piso compartido. Una forma justa de repartirlo es dividirlo de manera equitativa entre todos los compañeros, especialmente si se trata de un piso pequeño. Puedes hacerlo midiendo el espacio disponible y asignando una cantidad similar a cada persona.

Si uno de los compañeros de piso necesita más espacio porque por razones varias tiene más cosas que los demás, podríais acordar cederle un poco más a cambio de compensarlo con otra responsabilidad, como encargarse de una tarea doméstica adicional. Si el espacio de almacenamiento es limitado, piensa en soluciones como estanterías extra, cajas organizadoras o ganchos para aprovechar mejor el espacio vertical. Hay muchas maneras de aumentar el espacio de almacenamiento.

3. Rotar el uso de espacios compartidos

Algunos espacios en un piso compartido, como la sala de estar o el baño, pueden ser más utilizados que otros, lo que puede generar conflictos si no se gestiona bien. Una solución es rotar el uso de estos espacios en momentos clave del día. Por ejemplo, establecer horarios para el uso del baño en la mañana o turnarse para usar la sala de estar para ver la televisión por la noche.

Rotar el uso de estos espacios os asegurará de que todos tengáis acceso a ellos sin que una persona monopolice el área, lo que puede ser especialmente útil en pisos donde los horarios de los compañeros de piso son similares. Crea un calendario compartido donde cada persona pueda anotar sus horarios o preferencias de uso de estos espacios. Así todos podréis planificar en consecuencia.

5 ideas geniales para repartir espacios en un piso compartido

4. Crear áreas de uso común y áreas de uso privado

Una manera eficaz de evitar malentendidos es establecer claramente qué áreas son de uso común y cuáles son de uso privado. Por ejemplo, la sala de estar y la cocina pueden ser áreas comunes, mientras que un rincón de lectura o una mesa de estudio pueden ser espacios asignados a una persona específica.

Delimitar estas áreas desde el principio os ayudará a establecer unos límites claros y evitará la invasión del espacio personal de los demás. Esto es especialmente importante en pisos pequeños, donde el espacio es limitado y cada rincón cuenta. Utiliza muebles multifuncionales que permitan dividir espacios de manera flexible, como estanterías que sirven de separadores o mesas plegables que se pueden guardar cuando no están en uso.

5. Fomentar la flexibilidad y la comunicación en un piso compartido

Si bien es importante establecer reglas para el uso de los espacios, también es fundamental mantener la flexibilidad y tener una comunicación abierta. Las necesidades y preferencias pueden cambiar con el tiempo, por lo que es importante estar dispuesto a ajustar los acuerdos iniciales si es necesario.

Puedes organizar reuniones periódicas para discutir cómo está funcionando la distribución de los espacios y si se necesita hacer algún cambio. Este tipo de comunicación regular ayuda a prevenir conflictos en pisos compartidos y os asegura a todos sentiros escuchados y respetados en la convivencia. Anima a todos los compañeros de piso a expresar sus necesidades y preocupaciones de manera constructiva. La disposición a negociar y encontrar soluciones mutuamente beneficiosas es clave para una convivencia exitosa.

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