Cuando piensan en la compra de una segunda residencia, muchas personas lo hacen como inversión. Otras consideran la posibilidad de adquirir un piso, apartamento o casa para pasar las temporadas vacacionales o incluso para tener un lugar cerca de un punto de playa o de montaña para teletrabajar. De hecho, España es un país en el que la vivienda sigue considerándose un valor seguro, muy a pesar de las últimas subidas de tipos y el inevitable incremento del euríbor, que está dificultando a los ciudadanos el acceso a las hipotecas.
Comprar una segunda vivienda es un proceso que hay que valorar con detenimiento, como la compraventa de cualquier bien de estas características. El precio de la vivienda tiene que encajar con el presupuesto, tener una buena ubicación (incluso rentable, si en algún momento necesitamos alquilar el inmueble para obtener de él un rendimiento), contar con terraza, una orientación óptima o incluir piscina, jardín o zonas comunes.
Poner los cinco sentidos en la operación es clave para realizar una buena compra. A continuación, vamos a indicarte qué debes tener en cuenta antes de lanzarte a la aventura de adquirir una segunda vivienda.
1. ¿Puedes comprar una segunda residencia?
Si tienes ya una hipoteca para tu primera residencia, debes pensártelo muy, muy bien. La compra de tu segunda residencia exigirá una nueva hipoteca o una ampliación de capital de la primera. Por tanto, lo más importante es estudiar bien la situación económica, teniendo en cuenta cuánto dinero gastamos cada mes, cuánto ingresamos y de cuántos ahorros podemos disponer para aportar a la compra. Hay que tener en cuenta que el banco solo suele conceder, como máximo, entre el 60 % y el 75 % del valor de la tasación del inmueble.
2. ¿En qué lugar es mejor adquirir una segunda vivienda?
Si vas a comprar una segunda residencia para disfrutar tú y tu familia, lo más lógico es que compres la vivienda en el lugar que te haga más feliz, claro. En cambio, si lo que quieres es comprar para invertir (un alquiler vacacional o tradicional o para reformarla y venderla más cara), lo ideal será elegir una zona de interés, que pueda generar una elevada rentabilidad.
3. ¿Cuánto cuesta mantener una segunda residencia?
Además tener en cuenta el precio de la compra y de las posibles reformas que quieras llevar a cabo, también tendrás que contemplar los gastos fijos. Aunque no vivas en ella durante la mayor parte del año, la segunda residencia tiene unos gastos fijos de contribución, luz, agua, gas y comunidad. Serán, como mínimo, unos 2.000 euros anuales, de media.
4. ¿A qué distancia debe estar de la primera residencia?
Si lo que quieres es aprovechar la vivienda al máximo y sacarle partido, lo ideal sería que esa segunda residencia no esté muy alejada de la primera. Es decir, que nos permita desconectar de lo agobiante que puede ser vivir en el centro de una gran urbe, pero que al mismo tiempo llegar a esa casa sea fácil, rápido y económico.
5. ¿Qué impuestos tendré que pagar?
Lógicamente, la compra de una segunda residencia también nos exigirá el pago de algunos impuestos. Cuando presentemos el impuesto de la Renta, tendremos que abonar el 2 % del valor catastral del inmueble y el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).
En cuanto hayas analizado estas cuestiones, tendrás en tu mano decidir qué tipo de segunda residencia quieres comprar para que se adapte de verdad a tu bolsillo y a tus necesidades.