Los últimos datos de compraventas dados a conocer por el INE reflejan que el mercado de la compraventa se está ralentizando. En marzo de 2023, las operaciones se incrementaron mensualmente un 11,1 % y se redujeron en un -5,7 % interanual. Ya a cierre de 2022 se observaron caídas, que son síntomas de moderación, después de 21 meses consecutivos de aumentos muy abultados, consecuencia del contexto pospandemia.
A todo esto hemos tenido que añadir la crisis por la inflación que estamos experimentando y que ha motivado toda una serie de subidas de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE). Esto ha provocado un incremento del euríbor y, por tanto, del coste de las hipotecas para los ciudadanos. En este contexto es fácil y lógico que el mercado de la compraventa tienda a la moderación.
¿Por qué ofrecen los profesionales inmobiliarios un plus de seguridad en cualquier operación de compraventa?
Durante estos últimos tres años, las inmobiliarias y profesionales del sector han dado un gran empuje en las ventas, lo que sin duda ha favorecido al crecimiento de las compraventas. Sin embargo, conviene no perder de vista que todavía hay un buen porcentaje de compradores que prefieren arreglárselas sin intermediario con el objetivo, probablemente, de tratar de ahorrarse los gastos de gestión.
Ocurre que la compraventa entre particulares no está exenta de riesgos, al quitar de la ecuación a los profesionales del mercado que pueden ayudar a ambas partes. Pérdida de dinero, engaños respecto al estado o ubicación de la vivienda, errores en la tramitación o incluso fraude son algunas de las consecuencias que pueden derivarse en este sentido.
Hoy queremos ayudarte a descubrir cuáles son los errores más habituales a la hora de cerrar la compraventa de una vivienda entre particulares. Conocer estos fallos frecuentes te ayudará a no caer en ellos y a cerrar el proceso de venta con éxito.
No calcular bien el precio de la vivienda
La experiencia de los profesionales del sector es un factor determinante para saber si una vivienda tiene el precio adecuado dependiendo de factores como la ubicación, el tamaño, la disposición, los extras… Desde la inmobiliaria se encargarán de valorar justamente el producto, evitando así que el comprador pague más de lo que debería o que el vendedor reciba menos de lo establecido. Lo habitual es que los particulares posean menos datos para analizar el producto que los profesionales, por lo que su ayuda aproximara el precio de compra al valor real.
No saber cuánto se puede negociar el precio de una casa
En muchas ocasiones, las prisas por adquirir o vender un producto o la negativa habitual a negociar por parte de los particulares pueden provocar que se acepten condiciones injustas o, al menos, peores de las que se podrían conseguir. Un profesional inmobiliario es también un experto negociador, que siempre va a tratar de conseguir que el cliente salga lo mejor parado posible. Acudir a una agencia, en este sentido, conlleva, garantizar las mejores condiciones posibles en el acuerdo.
Perder mucho tiempo en los trámites para comprar una casa
Realizar todas las gestiones de manera particular a la hora de adquirir o vender un inmueble requiere una altísima dedicación de tiempo. Un profesional inmobiliario se encargará de la redacción de los contratos, trámites legales, llamadas telefónicas con la otra parte, etc. No solo es más eficaz, sino más rápido.
Firmar contratos con condiciones fraudulentas o poco recomendables en la compraventa entre particulares
La falta de conocimiento sobre legislación inmobiliaria o, simplemente, la mala voluntad de alguna de las partes, pueden provocar que en ocasiones se firmen acuerdos sin tener muy claro qué se está firmando. El profesional inmobiliario posee el conocimiento legal del sector para evitar cláusulas injustas o abusivas para el comprador. Así mismo, puede proporcionar el asesoramiento jurídico y financiero que, en muchas ocasiones, pueden necesitar las dos partes de la transacción.
Cometer errores en contratos, escrituras o registro al realizar la compraventa entre particulares
Los contratos, la escritura del inmueble o el cambio en el registro de la propiedad son solo algunos de los numerosos trámites legales y fiscales de los que hay que encargarse a la hora de comprar o vender una vivienda. Requiere altos conocimientos legales y, evidentemente, los profesionales del sector están mucho mejor capacitados para encargarse de ello. Además del ya mencionado ahorro temporal, actuar con la mediación de una agencia disminuirá de manera notable la posibilidad de cometer errores en alguno de los trámites.
Quedarse con la primera opción sin comparar alternativas en la compraventa entre particulares
Todo comprador de vivienda pasa por la tentación de elegir cuanto antes su compra y formalizar la compra cuanto antes. Los vendedores, asimismo, tienen el peligro de querer cerrar la venta al primer comprador que aparece. Esto puede pasar a la hora de realizar una compraventa entre particulares. Por esta razón, la ayuda de una agencia inmobiliaria puede servir a ambas partes para elegir bien, a no precipitarse y escoger la opción que mejor le venga a cada uno y no la más rápida.
No tener en cuenta todos los gastos que implica ser propietario de una vivienda
Detrás del precio inicial de compra de un inmueble se encuentran los gastos adicionales que hay que tener en cuenta siempre, pero especialmente a la hora de llevar a cabo una compraventa entre particulares.
- La manutención
- Los suministros mínimos
- Los gastos de comunidad
- El Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI)
Es común que a la hora de comprar una vivienda no se tengan en cuenta estos tipos de gastos menores a la inversión inicial, pero que a largo plazo supone una cantidad notable de dinero. Es fundamental tenerlos en cuenta a la hora de valorar este tipo de decisiones, así como contar con la ayuda de un profesional que eche una mano a la hora de gestionar estos gastos.
Además, debes saber que hay que tener ahorrado, al menos, el 30 % del precio de la vivienda, para hacer frente a los gastos:
- El 20 % para la entrada de la hipoteca
- El 10 % para los gastos complementarios (notaría, registro, tasación…)
Gastar más de lo que uno puede permitirse en la compraventa de una vivienda
Sin la ayuda de un profesional inmobiliario, es probable que la tentación de comprar una vivienda empuje al cliente a gastarse más de lo que debería y, con ello, atravesar problemas económicos en el medio plazo. En este punto hay que hacerse una pregunta que es clave: ¿puedo permitirme comprar esta casa? Para responder a esta pregunta de manera objetiva y con datos hay que tener en cuenta otras cuestiones. Las más importantes son las siguientes:
- La disponibilidad de ahorros (recuerda que es necesarios disponer, al menos, del 30 % del valor de la vivienda)
- Ingresos y estabilidad laboral (para determinar si tendrás un buen colchón mensual para hacer frente a los gastos de la casa)
- Existencia de otras deudas (hipotecas, préstamos al consumo u otros a los que tengas que hacer frente)
Como ves, hay un buen número de errores que puedes cometer a la hora de realizar una compraventa entre particulares. Por tanto, lo que te recomendamos siempre es estar bien asesorado y realizar consultas a los profesionales adecuados siempre que tengas una duda. Es la mejor manera de garantizar una transacción exitosa.