Si todos pudiéramos hacer con el rellano de nuestra escalera lo que nos diera la gana, los usos particulares que se le darían a este espacio comunitario serían de lo más variopintos. Puede que algunos lo usaran como trastero, como cuarto de basuras. En el mejor de los casos, podrían convertirlo en un espacio dedicado al arte. Aunque la decoración, si es demasiado personal, puede causar efectos verdaderamente perturbadores.

Es una pregunta bastante común: ¿puedo hacer el rellano de la escalera un espacio más bonito y acogedor, decorándolo a mi antojo? ¿Puedo instalar un espejo, un cuadro o una planta adecuada al espacio? Para dar respuesta a esta pregunta tenemos que acudir, como en tantos y tantos casos, a la ley sobre Propiedad Horizontal, que es la que se encarga de regular todas estas cuestiones. Te damos todas las respuestas que necesitas, a continuación.

¿De quién es un rellano en una comunidad de vecinos?

Es lógico que cuando existen zonas comunes, en estas se produzcan la mayor parte de conflictos de una comunidad de propietarios. Según la Ley de Propiedad Horizontal, el rellano de una comunidad de vecinos se considera zona comunitaria, lo que significa, que «es de todos».

Está claro que hay zonas comunes en las que las normas están mucho más claras. Es decir, es difícil que a un vecino se le ocurra poner un sofá en la entrada de la comunidad de vecinos. Sin embargo, como los rellanos son espacios más limitados (transitados por uno o dos vecinos, a veces), puede que algunos propietarios sientan la tentación de hacer de estos un uso más privado: aparcar la bicicleta, dejar cajas u objetos personales, instalar una mesita…

Sin embargo, el rellano debe ser tratado como espacio de uso común y, por tanto, cualquier cambio, mejora o remodelación que queramos hacer del mismo estará sujeto a la decisión de todos los vecinos o propietarios.

¿Un vecino puede decorar su rellano?

La respuesta es no. Si un vecino quiere colocar un cuadro, un espejo, una mesita, plantas o un jarrón decorativo tendrá que consultarlo previamente con el resto de vecinos. El asunto tendrá que entrar en la siguiente junta de propietarios y ahí se decidirá si el vecino puede o no instalar un elemento decorativo.

No obstante, siempre hay que tener en cuenta que las zonas comunes tienen que seguir destinadas al uso para el que fueron ideadas. Es decir, si nos fijamos en el pasillo, esta debe ser una zona de paso y no pueden existir obstáculos de por medio que entorpezcan el tránsito de los vecinos y puedan provocar accidentes.

¿Y si un vecino decora su rellano sin permiso de la comunidad?

Claramente, estará incumpliendo las normas y las personas afectadas tendrán derecho a pedirle que retire los objetos que ha instalado. Si lo comprende, perfecto. En caso contrario, habrá que comunicárselo al presidente de la comunidad de vecinos para que puedan tomarse medidas lo antes posible. Si el vecino persiste en su conducta tras las peticiones de retirada, habrá que trasladar el problema a la junta vecinal. Si esto no suerte efecto, llevar el asunto a instancias superiores.

Hay que tener en cuenta que si un vecino o un tercero tropieza con un jarrón que está situado en medio de un pasillo, podrá presentar una reclamación contra la comunidad. Y si esto sucede, puede que el seguro no se haga cargo de los daños. No si se demuestra que se ha usado el rellano de la comunidad indebidamente.