Una ventana corredera que no cierra puede provocar molestias importantes. De hecho, ya sabes que el 30 % de la energía que se nos escapa en los hogares lo hace a través de los puentes térmicos. A través de una ventana corredera que no cierra se escapa la calefacción y entra el aire frío, los insectos y el ruido de la calle. Así, sin pedir permiso.
Afortunadamente, muchas veces puedes solucionar este problema por ti mismo. Si no sabes cómo hacerlo, vamos a darte algunos trucos a continuación. Y si sencillamente no eres capaz de hacerlo, bastará con que llames a un técnico. Eso sí, lo que ante todo te recomendamos es ir preparando ya tu casa para la llegada del invierno. No vaya a ser que los primeros fríos te pillen de improviso.
Materiales que necesitarás para arreglar una ventana corredera que no cierra
¿Te has propuesto arreglar esa ventana corredera que no cierra tú mismo? Pues aquí van todos aquellos materiales que necesitarás:
- Destornillador
- Lubricante en aerosol
- Cepillo de cerdas suaves
- Toallas o trapos limpios
- Cinta métrica (opcional)
Paso 1: limpia las pistas de la ventana corredera
Lo primero que debes hacer es limpiar las pistas por las que se desplaza la ventana. Con un cepillo de cerdas suaves, retira el polvo, la suciedad y los desechos que puedan estar obstruyendo el camino de la ventana. Asegúrate de limpiar tanto la pista superior como la inferior, porque ahí suele acumularse el polvo y otros elementos o impurezas procedentes del exterior.
Paso 2: lubrica las pistas de la ventana
Una vez que las pistas estén limpias, aplica un lubricante en aerosol específico para ventanas correderas en las áreas donde la ventana se desliza. Esto ayudará a que la ventana se mueva con mayor facilidad. Asegúrate de seguir las instrucciones del fabricante del lubricante. Puedes encontrar aerosoles de este tipo en cualquier tienda o centro de bricolaje.
Paso 3: verifica las ruedas o rieles desgastados de la ventana corredera que no cierra
Las ventanas correderas suelen tener ruedas o rieles en la parte inferior que permiten que la ventana se desplace. Si estas ruedas o rieles están desgastados o dañados, es posible que debas reemplazarlos. Consulta el manual de la ventana o el fabricante para obtener instrucciones específicas sobre cómo hacerlo, aunque en estos casos, si no eres un experto en cerramientos de este tipo, te recomendaremos llamar directamente al técnico. Nadie mejor que él sabe cómo conseguir esas piezas y sustituirlas.
Paso 4: ajusta el marco de la ventana corredera que no cierra
Si la ventana corredera no cierra correctamente debido a un desajuste en el marco, puedes intentar ajustarlo. Usando un destornillador, afloja los tornillos del marco que están causando el problema, mueve el marco a la posición correcta y luego vuelve a apretar los tornillos. Pero ojo, no hagas nada de todo esto si no sabes muy bien cómo. Te ayudará un técnico en cerramientos metálicos.
Paso 5: Verifica la junta de la ventana
Asegúrate de que la junta de la ventana esté en buen estado. Si la junta está dañada o desgarrada, puedes comprar una nueva en una tienda de bricolaje y remplazarla. Del mismo modo que en los pasos anteriores, si no tienes idea de cómo solucionarlo, te recomendamos contactar con un técnico de confianza que pueda encargarse de la reparación.
Por último: no olvides tomar medidas de seguridad
Recuerda tomar precauciones de seguridad al trabajar con la reparación de la ventana, especialmente si necesitas subirte a una escalera o trabajar desde una altura. Si no te sientes cómodo realizando estos ajustes por ti mismo o si el problema persiste, es aconsejable que contactes a un profesional para que realice las reparaciones necesarias.
En cualquier caso, es importante que lo abordes cuanto antes. ¡El frío está a punto de llegar! Y una ventana corredera que no cierra correctamente puede aumentar los costes de calefacción o enfriamiento de un hogar.
