Vivir en un castillo ya no es cosa de príncipes y princesas. De hecho, algunas personas incluso se han animado a comprar castillos a un euro, aunque no sea un chollo. Lo cierto es que, aunque te parezca increíble, existen muchas propiedades que fueron antiguos castillos, con mucho valor histórico, pero extremadamente difíciles de mantener en la actualidad. No en vano, exigen muchas reformas y, por supuesto, costes muy elevados de mantenimiento para preservar sus estancias, jardines y obras de arte.

El patrimonio histórico está protegido. La relevancia histórica y social de este tipo de construcciones (casas, palacios, castillos, jardines, zonas arqueológicas, etcétera) exigen una preservación y mantenimiento en condiciones. Así lo dicta la Ley de Patrimonio Histórico Español (1985), que es precisamente la que impide que muchas personas, propietarias de castillos y otros inmuebles de carácter histórico, puedan asumir el mantenimiento y preservación que encomienda la legislación vigente.

¿Qué significa que un castillo u otro patrimonio tenga la consideración de BIC?

Cuando un castillo o cualquier otro bien patrimonial pasa a tener la consideración de BIC (Bien de Interés Cultural) se pone en marcha un mecanismo de protección, por el que el inmueble deberá ser protegido. De hecho, será la administración pública la que determinará qué estrategia de conservación deberán llevar a cabo los propietarios.

Las intervenciones, obras y demás actuaciones sobre la arquitectura del edificio o de los jardines quedará totalmente condicionada por lo que dicte la administración. Evidentemente, será mucho más fácil que un castillo u otro patrimonio calificado como BIC pueda contar con ayudas del Estado, pero hablando en plata, tener un castillo en propiedad no es ningún chollo. Especialmente si no tenemos dinero para afrontar los elevados costes de inversión y mantenimiento que estos exigen.

Los pros de vivir en un castillo

• La posibilidad de disfrutar de un entorno arquitectónico, histórico y cultural único: no hay nada comparable a vivir en un castillo, de modo que si eres un amante de la historia y la cultura, estarás cumpliendo un sueño.
• La opción de convertir tu vivienda en una inversión: para obtener cierta rentabilidad, una parte del castillo puede ser habilitada para recibir visitas de turistas y viajeros interesados en la historia.
• También puedes organizar eventos y veladas con encanto: puedes convertir una parte de la vivienda en espacio para celebrar eventos y celebraciones, habilitarlo como restaurante o espacio para organizar todo tipo de encuentros, sacándole una rentabilidad.
• Puedes vivir con tu familia numerosa: si sois muchos, podéis disfrutar de espacio. No os faltarán metros cuadrados e incluso podréis tener habitaciones de invitados para que vengan más familiares o amigos a pasar unos días con vosotros.
• Tienes muchos metros cuadrados de espacios al aire libre: es muy habitual que los castillos estén rodeados de amplios jardines, terrazas y otros espacios abiertos, que puedes habilitar como zonas de juego, huertos, mesas para sentarse alrededor…

Los contras de vivir en un castillo

Ya hemos visto cuáles son las principales ventajas de vivir en un castillo, pero hay que tener cuidado. Un castillo puede ser un regalo envenenado, por mucho que te lo vendan por un euro. Veamos por qué:

• Tendrás que hacer muchas reformas: seguramente necesites hacer frente a los grandes costes de restauración que exija la construcción como BIC.
• Hay que buscar una estrategia para sacarle partido: si solo tienes pensado vivir en el castillo, seguramente no te resulte rentable. Será necesario que busques una manera de sacar partido al castillo, como organizar visitas, celebrar eventos o actividades culturales.
• Los gastos de mantenimiento son muy (pero que muy) elevados: es imprescindible que tengas en cuenta que tantos metros cuadrados exigirán mucho gasto (calefacción, aire acondicionado, limpieza, jardinería…) y no todos los bolsillos están preparados para tamaña inversión.
• Son solo tres, pero cuentan como diez. De hecho, para muchas personas puede resultar absolutamente inviable tener un castillo en propiedad. De ahí que se haya puesto de moda vender castillos a un euro. ¿Y tú, estarías dispuesto a asumir el reto?