La cédula de habitabilidad es hoy es indispensable para cualquier vivienda que se precie. Por ejemplo, si tienes previsto comprar una vivienda, deberás tener en cuenta toda una serie de cuestiones, que van más allá de la parte económica o hipotecaria.
Además de realizar los estudios y análisis que correspondan, será determinante que durante la visita y negociación, realices al propietario una serie de preguntas y solicitudes. Una de las más importantes tiene que ver con la documentación. Y entre los documentos que se necesitan a la hora de comprar una vivienda, venderla o incluso reformar un local para vivir está la cédula de habitabilidad.
La cédula de habitabilidad de una vivienda es un documento que acredita que el inmueble tiene los requisitos mínimos que se exigen por ley para que un espacio pueda ser habitado, al reunir las condiciones de salubridad, higiene y solidez. Este documento está reconocido en todas las comunidades autónomas y tiene una vigencia de 15 años, momento en el que tiene que ser renovada tras la inspección de un técnico acreditado. No obstante, esta caducidad puede variar dependiendo de la comunidad autónoma en la que se encuentre el inmueble.
Para que un espacio pueda ser habitado debe reunir una serie de requisitos. Cuando no los reúne, tienen que hacerse reformas para adecuar y adaptar el inmueble como vivienda y así obtener la cédula de habitabilidad. A continuación, vamos a indicarte cuáles son las reformas clave para conseguirla. ¡Empecemos!
Conseguir la cédula de habilitabilidad: reformas imprescindibles
Si el inmueble que quieres convertir en vivienda no tiene una cédula de habitabilidad vigente, será porque es necesario realizar una serie de reformas. Nuestra recomendación es, ante todo, que consultes con un arquitecto técnico. Este realizará la inspección del espacio y te indicará qué reformas son necesarias para conseguir la cédula de habitabilidad.
Tal como te indicábamos, para que un espacio pueda ser considerado vivienda, tiene que ser habitable, higiénico y salubre y seguro. Por tanto, vamos a ayudarte a definir las reformas de acuerdo con estos parámetros de exigencia. Veamos.
Reformas de habitabilidad: dimensiones y estancias básicas
En primer lugar, debes saber que una vivienda en España debe tener unas dimensiones mínimas, que son 25,5 metros cuadrados, de acuerdo con la Orden de 29 de febrero de 1944, por la que se determinan las condiciones higiénicas mínimas que han de reunir las viviendas. Además, aunque la vivienda sea un espacio abierto, debe incluir las siguientes estancias:
- Cocina y salón comedor diferenciados
- Dormitorio principal que pueda incluir una cama de matrimonio, una cómoda y un armario
- Baño completo que incluya inodoro, lavabo y ducha o bañera
Si falta alguna de estas estancias, será necesario realizar las reformas para incluirla.
Reformas de higiene y salubridad: iluminación y ventilación
Y lógicamente, la vivienda tiene reunir unas condiciones mínimas de higiene y salubridad. De lo contrario, tampoco resultará habitable y ningún técnico podrá expedir una cédula de habitabilidad. Es indispensable que se corrijan problemas de humedad y estructurales, pero además:
- La vivienda tiene que recibir iluminación natural durante el día, en todas las habitaciones
- En pasillos, aseos, baños y recibidores no es imprescindible el aporte de luz natural
- Debe contar con ventanas que permitan la ventilación en toda la vivienda
Reformas de seguridad: electricidad, fontanería y telecomunicaciones
El siguiente paquete de reformas necesarias para conseguir la cédula de habitabilidad de una vivienda tiene que ver con la seguridad, para que los inquilinos que residan en ella puedan hacerlo con garantías para su vida y su integridad. Así pues, las reformas pueden ser:
- Instalación de materiales fáciles de limpiar, desinfectar e ignífugos en suelos, paredes y techos
- Instalaciones de fontanería de agua y fría y caliente en toda la vivienda, con llaves de corte en zonas húmedas
- Instalación de una llave de corte general para el conjunto de la vivienda
- Instalaciones de electricidad realizadas de acuerdo con la normativa
- Instalación de telecomunicaciones que incluya tomas de televisión, cableado y línea telefónica
- Instalación de sifones en todos los desagües de la vivienda
El paso a paso para obtener la cédula de habilitabilidad
¿Cómo solicitar una cédula de habitabilidad paso a paso? Si te encuentras en la necesidad de solicitarla, vamos a ayudarte con un paso a paso que te pondrá las cosas fáciles.
1. Contacta con un arquitecto o arquitecto técnico
En primer lugar, será necesario que contactes con un arquitecto o arquitecto técnico, que se encargará de realizar el informe técnico y expedir la cédula de habitabilidad. Si todo está en orden, aquí habrá finalizado el trámite. Pero si hay reformas para hacer, seguiremos adelante. En este punto es importante que tengas en cuenta que será necesario que tengas a mano una serie de documentos.
- Para viviendas de nueva ocupación: será necesario la licencia de obras (o equivalente), el original del certificado de obra y habitabilidad (firmado por el técnico), el original del cumplimiento de calidad y la comunicación de primera ocupación. Si todavía no la tienes, puedes aportar el resguardo de la solicitud.
- Para viviendas usadas: resultará indispensable el certificado técnico y el impreso de la solicitud.
- Para obtener duplicados: deberás aportar la escritura de compraventa o el contrato de alquiler.
2. Pon en marcha las reformas prescritas por el arquitecto
En el informe desfavorable, el arquitecto o arquitecto técnico habrá indicado qué reformas son necesarias para obtener finalmente la cédula de habitabilidad. En este punto será necesario que solicites los presupuestos (ten en cuenta que en Barcelona pueden ser mucho más costosos) y te apoyes en todo momento por la figura del técnico, que será el que pueda resolver las dudas existentes para realizar la obra con garantías.
3. Solicita de nuevo la inspección del arquitecto o arquitecto técnico
Cuando las reformas estén terminadas, tendrás que contactar de nuevo con el arquitecto o arquitecto técnico, que realizará de nuevo la inspección en la vivienda. Si todo es correcto, le concederá a tu inmueble la cédula de habitabilidad. ¡Y trámite cerrado!