Los azulejos suelen estar presentes en las estancias más húmedas de nuestra casa: el baño y la cocina. En casas o pisos antiguos, de hecho, los azulejos son un revestimiento muy característico, que a muchas personas les gusta conservar, especialmente ahora que se lleva recuperar lo antiguo o vintage.
Los azulejos se pueden quitar, es cierto, y podemos optar por soluciones mucho más actuales para reformar la cocina o el baño. Sin embargo, esto requiere una pequeña obra: algo por lo que no todo el mundo está dispuesto a pasar, ni en términos de molestias ni de presupuesto.
Una de las tendencias de decoración más actuales, y cada vez más empleada, es la de pintar los azulejos. De este modo, podemos darles una nueva vida o un aire diferente, al mismo tiempo que conservamos el estilo que hizo tan característica la vivienda en su tiempo. Si tu también eres un nostálgico de pro, tal vez te interese saber qué pintura necesitas y de qué manera puedes dejar como nuevos los azulejos del baño o la cocina. Manos a la obra, pues.
Pintura para azulejos, ¿qué opción comprar?
Ante todo, es muy importante que elijas la pintura adecuada. En el mercado hay infinidad de opciones y algunas no necesitan demasiada preparación. Pregunta en una tienda dedicada a la pintura y/o decoración o en una gran superficie dedicada al bricolaje qué tipo productos tienen para pintar azulejos. Las principales marcas cuentan con infinidad de esmaltes y que no necesita imprimación. Esto te facilitará las cosas.
Hay todo tipo de colores y acabados disponibles (brillante, satinado…) y es relativamente fácil de aplicar. Es importante que en la etiqueta del esmalte se indique que no necesita imprimación ni decapado. Muchas de estas pinturas, además, son ultra lavables y resistentes a las salpicaduras de agua, algo fundamental en entornos húmedos.
Si eres un/a artista y quieres emplearte a fondo en el dibujo, puedes hacerlo, pero en este caso seguramente sea mejor que te decantes por otra opción. No en vano, puede que tengas que pintar muchos metros cuadrados, dependiendo de las dimensiones de la estancia. El papel pintado para el baño es perfecto si no quieres complicarte la vida en exceso.
Si quieres que la pared quede totalmente lisa, bastará con que uses un rodillo. Así te resultará muy práctico pintar los azulejos de arriba abajo y de un mismo color. Para darle el toque perfecto, al final, con un pincel pequeño puedes repasar las juntas.
¿Cómo pintar azulejos del baño o la cocina?
Por suerte, con las pinturas y esmaltes que podemos encontrar en el mercado, todo es mucho más fácil. Lo más importante es que tengas claro qué tipo de color o colores vas a emplear. El baño ha pasado a ser una estancia en la que no solo llevamos a cabo nuestras rutinas de higiene diaria. Cada vez más lo usamos como espacio para el bienestar y la relajación, en el que aplicamos tratamientos de belleza y otros cuidados. Por tanto, lo más conveniente es usar colores claros o rotos, que no resulten estridentes. Son muy recomendables los azules, beige, gris, tierra y blanco, aunque si te atreves, también puedes optar por tonalidades en rosa pastel o turquesa.
La cocina no es un espacio pensado para la relajación, sino que tiene un propósito más funcional. A pesar de eso, y como se recomienda para el resto de estancias de la casa, lo mejor también es optar por colores de bajo impacto, que nos proporcionen tranquilidad, aunque sea para cocinar.
Una vez hayas elegido el color y el esmalte más idóneo para los azulejos:
- Junto con la pintura, no te olvides de comprar rodillos y pinceles
- Prepara la estancia con plásticos que recubran el suelo
- Aplica cinta de pintor para no manchar marcos, zócalo y otras superficies
- Mezcla bien la pintura y aplica una primera capa
- Si ves que quedará mejor, espera que se seque y aplica una segunda capa
Verás que con muy poca dedicación y sin obras consigues unos azulejos completamente renovados y una cocina y un baño de revista