No siempre es fácil volver a la rutina en casa después de unas largas vacaciones. La vuelta al cole de los más pequeños, el regreso al trabajo de los mayores y todos los preparativos que todo esto exige puede llegar a provocarnos cierto estrés. Pero que no cunda el pánico. Hoy venimos a echarte un cable en este difícil trance posvacacional, que es la vuelta a la rutina. ¿Sabes por dónde empezar?

No te preocupes. Si llegas de tu segunda residencia o de la casa del pueblo después de varias semanas de asueto, es muy normal que el regreso a tu vivienda habitual se te haga un tanto agreste. Los consejos que te proponemos a continuación tiene por objetivo ayudarte a suavizar la vuelta y, por supuesto, a prepararte para las rutinas y hacer tu vida mucho más agradable.

Y es que tu casa puede convertirse en cuartel general y en verdadero templo para ganar bienestar. Sigue este paso a paso y déjate llevar por el gusto de tener tu hogar bonito y ordenado. Tú y los tuyos lo agradeceréis. ¡A por ello!

1. Anticipa tu llegada a casa antes de que terminen las vacaciones

No apures hasta el último día para regresar a casa. Tu mente y tu cuerpo necesitan unos días de margen para aterrizar a la nueva realidad. Por tanto, lo más recomendable es volver al hogar, como mínimo, unos tres días antes de empezar en el trabajo o en el colegio. Estos días serán un balón de oxígeno para descansar y remprender la actividad con la mente despejada.

2. Organiza una jornada de limpieza general

Vale, no es un plan muy emocionante, pero tener una casa limpia y ordenada es imprescindible para darle la bienvenida a la rutina con optimismo y alegría. Pero, no quieras hacerlo todo en un día. Organiza la limpieza de un modo racional, abordando primero las estancias más problemáticas (cocina, baños) y dejando para después aquellas que entrañan menor dificultad.

3. Activa soluciones para poner orden en el hogar

Está muy bien que limpies y lo dejes todo como los chorros del oro, pero el orden también es imprescindible. En este caso te recomendamos llevar a cabo tareas de limpieza consciente, descartando todos aquellos objetos que resultan inservibles y ocupan demasiado espacio. Busca soluciones de almacenamiento verdaderamente útiles para guardar ropa, objetos de escritorio, útiles de oficina, utensilios de cocina, etcétera.

4. Haz un listado con los desperfectos

¿Tu hogar viene arrastrando pequeños desperfectos que no has tenido tiempo de subsanar? Nos pasa a todas. Para empezar con buen pie con tus nuevas rutinas es muy recomendable dejar atrás todo aquello que no funciona, corrigiendo todo aquello que no funciona. ¿Una humedad en el baño? ¿Un interruptor que se ha estropeado? ¿Una ventana que no cierra? Anótalo todo en un listado y ordénalo por prioridades.

5. Ponte manos a la obra con las reparaciones

Una vez diagnosticados los problemas, llegará la hora de ponerse manos a la obra con las reparaciones. Resuelve todo aquello que puedas hacer tú. Si eres una manitas te resultará fácil. Y contacta con los técnicos necesarios, si no puedes encargarte de ello. Aprovecha para resolver con cada uno de ellos todos los problemas pendientes. La mayor parte de técnicos ya están regresando a la actividad, así que seguro que pueden ayudarte.

6. Limpia y deja en perfecto estado baños y cocina

La cocina y los baños son las estancias de la casa que más desgaste suelen sufrir por razones obvias, como son el uso y la humedad. Es altamente recomendable empezar a limpiar a fondo estos espacios y reparar los posibles desperfectos. También puedes activar soluciones para mantenerlos más ordenados, maximizar espacios, decorar y tener más a mano todo aquello que necesitas para la vuelta a la rutina.

7. Ordena el frigorífico y haz las compras necesarias

El frigorífico es un electrodoméstico indispensable, que funciona como centro de operaciones de nuestra alimentación diaria. Habiendo estado tantos días fuera, es normal que su interior parezca un desierto. Aprovecha esta circunstancia para dejarlo bien limpio y ordenado y planifica con más certeza tus compras, pensando en los desayunos, comidas y cenas que debes tener organizadas para tu vuelta a la rutina, evitando el desperdicio alimentario.

8. Organiza un espacio bonito y práctico en la entrada de casa

El recibidor de tu casa te dará la bienvenida cada vez que llegues, de modo que este tiene que ser un espacio bien iluminado y agradable, que al mismo tiempo resulte útil para ordenar zapatos, abrigos, paraguas y cualquier otro objeto que necesites. Puedes sacarle partido, añadiendo cajas de almacenamiento, bancos y otros muebles que resulten discretos, pero provechosos.

9. Revisa los armarios y prepara la ropa de temporada

En cuanto menos te lo esperes, llegarán los primeros fríos y habrá que echar mano de las primeras chaquetas, sudaderas y demás prendas de entretiempo. Este también es un buen momento para revisar los armarios e ir teniendo cerca la ropa que nos pondremos para ir al trabajo o al cole. Regala o dona aquello que no te pongas y consigue más centímetros cuadrados para almacenar.

10. Date una alegría: añade cambios en la decoración de tu hogar

Después de limpiar y dejarlo todo bien ordenado, habrá llegado el momento de darle un aire alegre a tu hogar. Puedes hacerlo apostando por decoración nueva, que puedes hacer tú mismo con proyectos DIY baratos. Hay objetos decorativos como cojines, mantas, alfombras, cuadros y figuras que darán un nuevo aire instantáneo a tu hogar y lo harán, sin duda alguna, mucho más agradable para esta nueva vuelta a la rutina.