No son pocos los españoles que en lugar pasar las vacaciones en un lugar paradisíaco, en la playa, por ejemplo, se mudan por unas semanas al pueblo. ¿Y no es la paz y el sosiego de nuestros pueblos mucho mejor que cualquier playa de fina arena que se te ponga por delante? Habrá muchos que preferirán lo segundo, pero está claro que lo de marcharse al pueblo es una opción barata y estupenda para relajarse y huir del mundanal ruido de las grandes urbes.
La España Vaciada está llena de casas de pueblo estupendas, grandes y deshabitadas, que tienen metros cuadrados de sobra para habilitar dormitorios para todos y, por supuesto, despachos para teletrabajar. Y es que al final, teletrabajar en una casa de pueblo puede ser una solución fantástica para estirar un poco más las vacaciones. Y quién sabe si para disfrutar de la vida durante el resto del año.
Pero para teletrabajar en una casa de pueblo hay que estar preparados. Uno no puede plantarse con las maletas y el portátil en una vivienda a la que no hemos incorporado ninguna mejora. Pero no te preocupes, desde habitaclia queremos echarte un cable (y los que necesites) para hacer de tu casa de pueblo el mejor lugar desde el que teletrabajar a gusto. ¡Vamos a por ello!
La conexión a internet: innegociable para teletrabajar en una casa de pueblo
Uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos en el pueblo es el de contar con una buena conexión y cobertura para instalar internet. Afortunadamente, en nuestro país ya se ha desplegado la fibra en muchísimos municipios. Así que, a no ser que se trate de una ubicación muy remota, tendrás la conexión garantizada. Previamente a tu desplazamiento definitivo al pueblo para teletrabajar, sería conveniente que ya hayas realizado las gestiones para la instalación de la fibra y te asegures de que tienes la instalación plenamente activa.
Eso sí, antes de contratar un operador u otro, asegúrate de que:
- La conectividad en el pueblo sea buena: te sugerimos consultar con los vecinos, que podrán informarte con más exactitud de qué operadoras funcionan mejor sobre el terreno.
- Puedas hacer efectiva la instalación física: que los cables pueden pasar por la fachada de la pared del vecino (solicitando los debidos permisos), que la casa esté en condiciones y reúna los requerimientos técnicos.
Cómo tiene que ser tu espacio de trabajo para teletrabajar en una casa de pueblo
Que estés en la casa del pueblo no significa que tu oficina para teletrabajar no deba cumplir con una serie de condiciones. Del mismo modo que lo haces en tu piso, lo conveniente es contar con un espacio habilitado como despacho, desde el que puedas trabajar con un mobiliario adecuado y al que llegue la conexión a internet correctamente. Por eso te recomendamos:
- Elegir un buen espacio de la casa: a poder ser con luz natural y espacio suficiente para instalar una mesa y una silla adecuadas, que te ofrezcan bienestar para trabajar durante una jornada completa.
- Si no tienes una habitación disponible para funcionar como despacho: trata de convertir un dormitorio en oficina o habilita un espacio en el salón que sea adecuado y en el que puedas sentirte cómodo.
- Prepara la salida al jardín o a la terraza: para que durante algún tiempo, durante la jornada, puedas salir a disfrutar del buen tiempo al aire libre, tomando un té o un zumo, mientras ultimas algunas tareas. Tu cuerpo y tu mente lo agradecerán: estás en un lugar privilegiado y tienes que aprovecharlo.
Mira hacia el futuro: teletrabajar desde la casa durante las vacaciones de invierno
Si has estado a gusto en verano, lo más probable es que durante los meses de invierno quieras volver a teletrabajar en la casa del pueblo. Por eso, a la hora de habilitar la vivienda, debes encargarte de que también sea confortable durante los meses fríos, instalando sistemas de calefacción sostenibles y suficientes para calentar la casa. ¿Te imaginas disfrutando de la Navidad desde esta casa?
- Analiza qué sistemas de calefacción son más adecuados para la zona: porque no es lo mismo tener una casa en una zona de interior plana, que tenerla en alta montaña. Consulta con tus vecinos qué opciones les salen más rentables.
- Invierte en aislamiento para ganar confort y eficiencia: si has estado a gusto en la casa durante el verano, seguro que querrás volver varias veces en otras estaciones del año y necesitarás aumentar el confort y la eficiencia. El aislamiento es clave y contar con ventanas con buenos cierres, así como paredes protegidas contra el frío resultará imprescindible.
Asegúrate de tener unas buenas comunicaciones por si te piden ir a la oficina
Esto no es algo que dependa de ti, pero tienes que valorarlo. Si tu casa en el pueblo está muy alejada de tu primera residencia y de la oficina en la que teletrabajas, subir y bajar te resultará muy poco operativo. Tendrás que invertir muchísimo tiempo y dinero en desplazarte, así que seguramente dejes de ir a la casa del pueblo, por muy bonita y agradable que sea.
A la hora de invertir en una segunda residencia, en este caso para rehabilitarla, siempre recomendable estudiar la viabilidad de la operación. En esa ecuación entran en juego las distancias, así que conviene tenerlas en cuenta. Y es que al final, quizá te salga más a cuento comprar otra casa de pueblo más cerca y rehabilitarla.