A partir del año 2030, todas aquellas casas que se pongan a la venta tendrán que cumplir con una serie de requisitos mínimos de sostenibilidad y eficiencia energética. Con ello, la Unión Europea, que lleva años legislando en materia de vivienda, pretende transformar el parque inmobiliario actual con el objetivo de que todos los inmuebles europeos logren la máxima eficiencia.
Esta medida, que todavía no se ha aprobado, forma parte de la normativa redactada por la Directiva Europea de Eficiencia Energética de la Edificación, que pretende transformar el suelo construido en parques inmobiliarios eficientes y descarbonizados antes de 2050. Deberá incorporarse a las legislaciones nacionales en un plazo máximo de dos años, incluyendo España.
Requisitos de eficiencia energética para vender una casa antes de 2030
La Unión Europea pretende prohibir la venta -y el alquiler- de las viviendas que considere poco eficientes o, lo que es lo mismo, cuyo certificado energético sea, como mínimo “E”. Es decir, todos aquellos inmuebles que a partir de 2030 cuenten con una calificación energética “F” o “G” deberían llevar a cabo reformas para mejorar su consumo energético. De lo contrario, no se podrían vender ni alquilar.
Además, está previsto que la normativa se endurezca con el paso de los años. Así, sólo tres años más tarde, en 2033, la calificación energética necesaria pasaría a ser “D”, y en 2040, ya debería tener un consumo energético máximo “B”. Por lo tanto, todos aquellos propietarios cuyos inmuebles sean poco eficientes dispondrían de unos cinco años para acometer las reformas necesarias para poder venderlos o alquilarlos a partir del 2030.
¿Cuándo entrarían en vigor estas medidas de eficiencia energética para vender una casa en España?
La Unión Europea da un margen de dos años a los estados miembros para que incorporen estas medidas a sus respectivas legislaciones nacionales, entre los que se encuentra España, uno de los países con un parque de viviendas más envejecido.
Según datos publicados por la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) y el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) la edad media del parque de viviendas de España es de 43,5 años y el 83% de los inmuebles son poco eficientes: cuentan con una calificación energética de “F” o “G”. Por lo tanto, cuando se aprueben estas medidas, los propietarios de dichas viviendas deberán llevar a cabo las reformas necesarias para cumplir con la normativa establecida y poder venderlas o alquilarlas.
España, igual que el resto de países miembros, tienen como objetivo reducir las emisiones de CO2 en un 55%, como poco, de cara al año 2030, y por ello lleva años implementando medidas sobre la mejora de la eficiencia energética.
¿Quién debería abonar las reformas para mejorar la eficiencia energética de las viviendas?
Hasta la fecha ni el Gobierno de España ni la Unión Europea se han pronunciado sobre quién deberá pagar las reformas para mejorar la eficiencia energética de las viviendas, aunque el sector espera que la UE ofrezca financiamiento e incentivos fiscales para ello. De momento, el Ejecutivo ofrece ayudas para rehabilitar viviendas y ganar eficiencia energética.
¿Cómo saber la calificación energética de una casa en España?
El certificado energético, también conocido como certificado de eficiencia energética es el documento oficial que permite conocer el consumo energético y las emisiones de CO2 que genera una vivienda determinada, en una valoración que va de la letra «A» (la más eficiente) a la letra «G» (la menos eficiente).
Desde el año 2013 disponer de este certificado es obligatorio para poder llevar a cabo cualquier transacción de carácter inmobiliario.
Qué reformas se deberán realizar para poder vender tu casa a partir de 2030
No han trascendido todavía qué reformas específicas se deberán llevar a cabo para poder vender una casa a partir de 2030 y siempre dependerán del estado de esta y de la letra que aparezca en el certificado de eficiencia energética. Es decir, para cumplir con los requisitos necesarios que la Unión Europea tiene previsto establecer, se deberían llevar a cabo obras de rehabilitación energética en función de las necesidades específicas de cada inmueble. Entre ellas, podemos encontrar, por ejemplo, el uso de energías renovables, la mejora del aislamiento térmico de los inmuebles, la instalación de sistemas de climatización eficientes, el uso de iluminación y electrodomésticos de bajo consumo, y el ahorro de agua, entre otros.