Tener un vestidor en la habitación es el gran sueño de cualquier amante de la moda que se precie. Aunque tampoco hace falta estar obsesionados con los modelitos para desear un espacio de este tipo en nuestra casa. Y es que un vestidor puede contribuir al orden en el dormitorio y evitarnos las montañas de ropa en cualquier sillón o tocador que tengamos por ahí puesto.
Ahora bien, para tener un vestidor en el dormitorio hay que tener espacio. No hace falta una cantidad exagerada de metros cuadrados, pero sí algunos, para habilitar ciertos accesorios y mobiliario imprescindibles, como por ejemplo burros para colgar la ropa, luces para ver bien los atuendos o espejos, que nos ayuden a comprobar lo bien que nos quedan las prendas.
A continuación, vamos a contarte qué necesitas para habilitar un vestidor en tu dormitorio y no fracasar en el intento. Verás que, aunque requiere ingenio, es mucho más fácil y asequible de lo que imaginas. Vamos a por ello: lo lograrás.
¿Metros cuadrados a placer? Ni te lo pienses: un vestidor
Si tienes muchos metros cuadrados en la habitación y no sabes muy bien cómo organizarlos, no te lo pienses ni un minuto. Habilita ya un vestidor. Estaría bien que el espacio tuviera alguna L, es decir, que puedas aprovechar algún rincón para configurar los armarios.
Si te sobra tanto espacio que puedes instalar dos o tres, perfecto. Pero también puedes habilitar unos cuantos burros que te permitan tener la ropa a la vista. Esta no es una solución que guste a todo el mundo, pero tiene sus adeptos. Especialmente si tu ropa es tan bonita que merece la pena que funcione como decoración. Además, podrás renovar tu dormitorio sin gastar demasiado.
Lo ideal, eso sí, es que puedas cerrar los armarios y esconder la ropa. Esto es perfecto si te gusta tener espacios limpios. Si no te molesta tenerlo todo a la vista, adelante con ello. En uno de estos rincones, además, puedes instalar un pequeño tocador. Hay muchas soluciones, incluso colgantes para pared, que te servirán para guardar todos los accesorios: collares, coletas, pulseras, pañuelos… No olvides la butaca, para sentarte y ganar comodidad mientras te vistes, además del zapatero y el espejo.
Ganar metros cuadrados con armarios empotrados en el vestidor
Es una solución estupenda, pero necesitarás robarle metros cuadrados a la habitación. A cambio conseguirás que la ropa quede bien guardada en el interior, así como crear un efecto pared, sin interrupciones y obstáculos de por medio. Esta es la opción que recomendaríamos a todos aquellos que quieren un vestidor discreto, en el que puedan almacenar todo lo que necesiten sin tener que mostrarlo. Da una sensación increíble de orden.
Esta alternativa es genial, pero también resulta cara. Si ya tienes armarios empotrados y quieres aprovecharlos, fantástico, pero si tienes que construirlos desde cero, necesitarás un buen presupuesto. Los armarios a medida son caros. ¿Qué obtendrás a cambio? Una solución de almacenaje para siempre con los metros y el aprovechamiento total del espacio, que es fundamental en pisos medianos y pequeños.
No olvides la iluminación, en este caso. En la mayor parte de habitaciones solemos cometer este error y es fundamental remediarlo antes de que sea tarde. Instala luces (los ojos de buey son perfectos) en el interior de los armarios para ver bien las piezas. Si el vestidor es muy grande tal vez te pierdas entre tanto modelito.
Ropa a la vista, puertas correderas y espacios mutantes
No siempre es posible poner puertas al vestidor, especialmente si no queremos embarcarnos en una obra costosa en tiempo y dinero. Esto es fundamental si quieres hacer una pequeña reforma, pero vives de alquiler. Una opción son los biombos móviles, que podemos ir moviendo según nos parezca. La otra son las puertas correderas, que aunque exigen labores de carpintería, resultan mucho menos pesadas. Estéticamente resultan muy bonitas y pueden ayudarnos a dar aire, tanto al vestidor como al dormitorio, abriendo o cerrando los espacios según nuestras necesidades y apetencias.
Si es así, puedes tener rieles con ropa a la vista, porque podrás cerrar este espacio cuando lo consideres necesario. Además, teniendo en cuenta que durante parte del tiempo va a quedar todo expuesto, sería interesante que cuides el orden, los colores y los accesorios. Puedes comprar cajas bonitas, cestas metálicas o de mimbre y cuidar los tonos a la hora de decorar.
Mide, elige y optimiza el espacio de tu vestidor
Es fundamental que antes de ponerte manos a la obra con el vestidor (sea o no sea de obra) tengas muy claras cuáles son las medidas y el espacio que quieres dedicar al mismo. Recuerda que los espacios cerrados son aliados perfectos a la hora de mantener el orden y reducir el ruido estético. No te olvides de accesorios como son espejos, sillones, zapateros y alfombras, que darán un toque de calidez único al vestidor.
Y es que, ante todo, el vestidor en el dormitorio tiene que ser agradable y acogedor. Busca soluciones de orden para no tenerlo todo manga por hombro y elige cuidadosamente la iluminación. Vestirte en el vestidor no tiene que ser como entrar en la cueva de Ali Babá, sino todo lo contrario. Si no tienes luz natural (no siempre se está de suerte), instala luces LED eficientes (focos, ojos de pez) que proporcionen toda la iluminación que necesitas para vestirte con comodidad y te ayuden a ahorrar en el hogar.
Si quieres añadir decoración, porque te sobra espacio y puedes, elige siempre pequeños detalles. Aquí menos también es más: opta por jugar con los colores (una silla o unos cojines que aporten contraste), un cuadro o un ramo de flores preservadas. No hace falta mucho más: este es un espacio funcional, que aunque agradable, no debe sobrecargarse en exceso.