La sostenibilidad es un factor clave a la hora de hablar de vivienda. Y las ciudades juegan un papel fundamental en este sentido. Vivimos en un mundo muy urbanizado. Cada vez más. Según datos de la ONU, en 2023 el 60 % de la población mundial vivirá en ciudades. Esto es así porque las ciudades se han convertido, inevitablemente, en los verdaderos motores para el crecimiento económico.
Y aunque contribuyen poderosamente a incrementar el Producto Interior Bruto (PIB) mundial, también son las responsables del 70 % de las emisiones de carbono mundiales y usan un 60 % de los recursos. El empeoramiento de la calidad del aire ha acelerado el cambio climático y está resultando devastador para las zonas urbanas más pobres.
Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el Objetivo 11 quiere lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. En 2023, la Capital Verde Europea es Tallin (Estonia). Gracias a este reconocimiento, la Comisión Europea dota económicamente con 600.000 euros a la ciudad, para seguir impulsando políticas de innovación, adaptación al clima o apoyo de la economía circular.
Una de las medidas más innovadoras que ha propuesto Tallin como ciudad sostenible es el transporte público gratuito para los ciudadanos, una medida con la que se persigue reducir la emisión de partículas contaminantes y promover, en definitiva, una movilidad más sostenible. Pero hay más.
¿Qué es una ciudad sostenible?
Tallin ha recibido el galardón de Capital Verde Europea y, lógicamente, no es en vano. La capital de Estonia que cuenta con algo más de 1.319.133 habitantes. No es una ciudad grande, si la comparamos con Madrid (3.280.782 habitantes) o Barcelona (1.636.193 habitantes). Recorrer la urbe es relativamente sencillo, porque las distancias son muy cortas, lo que sin duda hace de este un lugar mucho más amable.
Cuenta, como decíamos, de transporte público gratuito, muchas zonas verdes y grifos verdes con agua potable. Al mismo tiempo, Tallin ha trabajado para que el turismo también sea sostenible y lo ha hecho recomendando buenas prácticas a los que llegan y a los hoteleros, que tienen un decálogo de acciones para seguir sumando a los objetivos de sostenibilidad.
Su centro histórico medieval, que es una auténtica delicia, ha sido declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO y disfruta de una red de áreas verdes, parques y jardines públicos en una extensión del 30 % de la ciudad. Así, sus habitantes tienen la inmensa suerte de poder transitar por un corredor verde que conecta el centro histórico.
Para considerar una ciudad sostenible se tienen en cuenta múltiples aspectos, entre los que están la calidad del aire y del agua, el ruido, la gestión de los residuos, los espacios naturales y la biodiversidad, el uso sostenible de los suelos, la innovación ecológica, la mitigación de las consecuencias del cambio climático, la movilidad sostenible o el rendimiento energético.
Ciudad sostenible en España
El Observatorio de la Sostenibilidad, en su estudio sobre las Ciudades más Sostenibles de España, ha declarado que Vitoria, Madrid, Barcelona, San Sebastián, Bilbao, Zaragoza y Burgos son, de entre las 52 capitales de provincia españolas, las ganadoras en términos de sostenibilidad. Sin embargo, Cádiz y Badajoz son las que peor situadas quedan en el ranking.
Sin embargo, el título de Capital Verde Europea para 2024 será para Valencia, que ganó a la ciudad italiana de Cagliari en octubre del año pasado. De este modo, nuestra ciudad de la luz se vestirá de verde y será la primera que lo ha conseguido llegando a la final en el primer intento.
Valencia, Capital Verde Europea en 2024
Al igual que Tallin, Valencia será Capital Verde Europea en 2024 y esto significa que recibirá, además del distintivo, un premio de 600.000 euros que tendrán que servir para seguir implementando políticas medioambientales ecológicas en la ciudad del Turia. Pero, ¿por qué ha sido elegida Valencia Capital Verde Europea en 2024?
Aquí han confluido varias razones. Una de las más importantes tiene que ver con la promoción del turismo sostenible y la proliferación de zonas verdes urbanas. Y es que el 97 % de los habitantes residen a tan solo 300 metros de espacios naturales dentro de la misma ciudad.
Además, se han verificado otros indicadores y para doce de ellos se han obtenido resultados positivos. La Comisión que ha premiado Valencia como Ciudad Verde Europea 2024 ha valorado la calidad del aire, el ruido, la gestión de residuos, la calidad del agua, la naturaleza y la biodiversidad, los usos del suelo, la innovación ecológica y su capacidad para mitigar y revertir el cambio climático.